Menos de lo mismo

Como con el equipo, Lim sigue abaratando el estadio. Cada vez más cutre y a la espera de que las constructoras hablen de verdad

El Valencia envía al consistorio un proyecto para acabar el Nou Mestalla

El Valencia envía al consistorio un proyecto para acabar el Nou Mestalla

Rafa Marín

Rafa Marín

Se podría decir que la enésima versión del Nou Mestalla es más de lo mismo. Pero no. En realidad no es más. Es menos. Mucho menos que nunca. Como con el equipo, y suerte que ha salido Baraja, Lim no deja de abaratar también el estadio. Sin embargo, no hay Tholos que disimule la cutrez de que ni siquiera lo vaya a tapar. Y ojo que a este paso las sillas acabarán siendo de playa.

A la espera de ver qué dicen las constructoras, a las que la memoria de Fenwick les sirve para bien poco, realmente es imposible presupuestar absolutamente nada sin un anteproyecto en condiciones. Y de eso, por ahora, ni rastro. Así que, mientras que no se demuestre lo contrario, la huida hacia adelante continúa. Un pariré salpicado por intrigas palaciegas e ideas precocinadas con el que Lim, que al final es el que disfruta con el mando a distancia, aspira a ganar la batalla de las fichas urbanísticas, paso previo a un convenio a día de hoy tan misterioso como los avales y las penalizaciones que llevaría aparejados.

El máximo accionista, al que siempre le benefician los movimientos entre bambalinas, solo contempla retirar las demandas judiciales si es cambio de esa llave maestra. Tic, tac. Más allá de lo que se negocie entre abogados, el Pleno del Ayuntamiento continúa siendo la clave. Y el 6 de marzo está a la vuelta de la esquina, lo que significa que pase lo que pase tiene que pasar ya. Apenas queda margen, sobre todo de error y para la ciudad. La política continúa siendo de gestos antes que de hechos pero hay demasiados ojos mirando y pendientes como para que cualquier jugada pase desapercibida. Sobre todo si termina en gol de Lim.

Otro más si sube al marcador y ya se vería si el último porque lo que todos quieren es que se marche y que lo haga dejando el menor pufo posible. Ojalá que no se le acabe recordando, además de por la ruina deportiva, por lo que pretende dejar en la Avenida de las Cortes. Ni CVC ni Atitlán ni historias. Si Lim quisiera de verdad acabar el estadio ya lo habría hecho, pero más muestras de solo mirar por el negocio no puede dar.

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