Momento de cerrar filas por el Valencia

La vida continúa y esta semana, todavía con el corazón en un puño, es fundamental para el Valencia CF. La manifestación del sábado, que arrancará con un minuto de silencio en memoria de las víctimas del incendio, no es una más sino que tiene que ser la mejor de todas por lo que hay en juego. En las manos de la afición y la sociedad valenciana no está comprar las acciones de Lim pero sí empujarlo a que las ponga a la venta.

Un apretón en el que se presume clave el bloqueo político a la hora de que el Ayuntamiento, ahora sí, use sus herramientas para garantizar no tanto que las obras del Nou Mestalla se retomen como que se acaben. La presión del 2M está detrás de una decisión que ha servido una vez más para cuestionar la voluntad escondida tras una respuesta desproporcionada como es la negativa a suscribir la documentación de la FIFA, lo que supone que el Mundial para la ciudad dependa ya de una medida de gracia.

Que el clausulado es leonino para los intereses de FIFA es cierto y precisamente por eso otros clubes y ciudades tampoco lo están firmando. Pero, si hubiese un verdadero espíritu de ir hacia adelante se habrían encontrado alternativas, tal y como se demuestra sin ir más lejos con la explicación de cómo se han hecho las cosas a nivel municipal. Es momento de no dar ningún paso atrás ante Lim, con independencia de la sentencia del 6 de marzo y el recorrido que tenga.

Pero también de cerrar filas con el Valencia CF en esta semana en la que la maquinaria está preparada para alimentar la película de Mestalla contra Vinícius. La decisión de vetar a Netflix hay que aplaudirla y del mismo modo que se le critican otras cosas, valorar la valentía de Javier Solís como promotor de esta decisión. Al club hay que respetarlo y a partir de ahí todo el soporte para las decisiones que se tomen en defensa del escudo. Es inadmisible cualquier incitación a la violencia y el racismo. Máximo respeto, por favor. Pero respeto a todos.

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