A Mouctar Diakhaby le sobran amigos

Diakhaby en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de Paterna

Diakhaby en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de Paterna / Redacción SD / VCF

Pascu Calabuig

Pascu Calabuig

La perspectiva que nos regala el paso del tiempo es siempre bienvenida. Con los años, la vista se aclara para poder detectar como en España reina la hipocresía cuando de racismo se trata. Mientras hace tres años a Mouctar Diakhaby, insultado por un profesional del fútbol, de esos que deberían ser ejemplo para los jóvenes, casi todos lo dejaron solo; la propaganda madridista de Florentino Pérez ha exagerado la realidad durante nueve largos meses creando un relato falso en defensa de un malcriado, Vinícius Júnior. Sí, porque se puede ser negro y al mismo tiempo provocador y malcriado. Ni tanto ni tan calvo. En València deberíamos aprender la lección para el futuro y sacar toda la artillería antirracista contra el próximo Juan Cala que se atreva a llamar a uno de los nuestros «negro de mierda». Y así en todos los sitios. Contra el racista y contra los organismos como LaLiga que lo protejan. Hoy no valen pelillos a la mar con el mentiroso de Cala, con quien hizo que ‘Diakha’ no crea ya en ponerse detrás de pancartas que supuestamente luchan contra la discriminación racial. Antes de desearle a su «peor enemigo» una pronta recuperación, lo primero que tendría que hacer el ex del Cádiz es pedirle perdón. Reconocer un error dignifica por igual a hombres, mujeres, blancos o negros... A Diakhaby, todavía mejor persona que defensa central, le sobran amistades en València, Francia y Guinea para desearle lo mejor. Amunt ‘Diakha’!

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