Opinión

Hasta que marque el Madrid no se termina

El neverazo a Gil Manzano envía un mensaje demoledor de cara al resto de un colectivo abandonado por sus propios responsables

Gil Manzano se encara con Vinícius durante el último Valencia - Real Madrid en Mestalla

Gil Manzano se encara con Vinícius durante el último Valencia - Real Madrid en Mestalla / JM LÓPEZ

El clásico chascarrillo de no pitar el final hasta que marque el Madrid es menos chascarrillo y más realidad con el neverazo a Gil Manzano. Un árbitro que llegó tarde pero que no se equivocó. Y que encima lo hizo, todavía más grave, por tratar de cumplir a rajatabla con las instrucciones de Medina Cantalejo, el presidente del Comité Técnico, y de Clos Gómez, su brazo armado en el VAR. Es inaudito que la estructura arbitral se mantenga inamovible en un momento de tanto descrédito como el actual para un colectivo que es víctima de la presión y los vídeos de Florentino y de la de sus propios jefes. Y es que esa manipulación que tan ferozmente censura el valenciano Mateu Lahoz de «pitar para los viernes» en referencia a las reuniones del CTA se tiene que acabar. El mensaje de que los trencillas son humanos salvo si por el medio está el Madrid es un paso atrás. Once años de experiencia y la escarapela de internacional de cara a la próxima Eurocopa al final no han servido para nada. Ni siquiera lo ha hecho el vergonzante cambio de protocolo por el cual a partir de ahora, tal y como se acordó en la última reunión, los colegiados ya no avisarán de la última acción de los partidos. Adiós a una norma que puede tener sentido e ir más en consonancia con el fútbol pero con la que a la postre se da luz verde al mencionado chascarrillo de hasta que marque el Madrid. Argumentan al respecto en el Bernabéu, donde siguen con sus campañas y pobre del que les tosa, que desde que existe el VAR son el club más perjudicado por la revisión del videoarbitraje. Y es verdad. Pero la realidad es que si han batido el récord de correcciones desfavorables es también porque los árbitros de campo se equivocan más a su favor que con cualquier otro equipo. ¿Por qué será? Viendo el neverazo, y a la espera de cómo evolucionen los acontecimientos, a ver ahora quién es el valiente que se atreve no a equivocarse, que tiene tela, sino a no favorecer al de siempre.

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