Opinión

Un ejemplo para la ciudad y para el Valencia CF

La Copa de la Reina es un recordatorio de que el deporte no es solo deporte y menos todavía en una ciudad como la nuestra

Juan Roig junto a Cristina Ouviña en las celebraciones de la Copa de la Reina

Juan Roig junto a Cristina Ouviña en las celebraciones de la Copa de la Reina / MA POLO - Valencia Basket

Se equivoca y mucho quien piense que el deporte es solo deporte. El deporte lo es todo y la Copa de la Reina del Valencia Basket es mucho más que un título. Es un orgullo para la ciudad, un ejemplo para las niñas, una demostración de lo que significa apostar e invertir en clave femenina, un recuerdo incluso de que hay vida más allá de fútbol, un refuerzo al trabajo que desarrolla en La Fonteta y L’Alqueria y sobre todo una recompensa para quien como Juan Roig, no solo en el baloncesto, predica con el ejemplo. Ojalá algún día se cumpla el sueño de la Euroliga pero hay veces, casi todas, en las que lo importante no es la meta sino el camino. Y paso a paso, por encima de altibajos e incluso de temporadas tan peculiares como esta, el Valencia Basket solo hace que darlos adelante. El próximo, pase lo que pase en el resto de la temporada, es un pabellón que avanza por días y cuya silueta resulta ya imponente. Como el deporte lo es todo, no hay mejor campaña de imagen para una Valencia que hoy en día no se entendería sin él. Un valor añadido que contrasta con la situación del que fue durante mucho tiempo el motor de la Comunitat, una desnaturalización que de cara a las instituciones, patrocinadores y aficionados tiene que servir de acicate para no bajar los brazos. Los éxitos del basket o los del running y la proyección nacional e internacional que suponen fueron antes propiedad y responsabilidad del Valencia CF. Y no hay que renunciar a ellos, ni al Mundial ni a un estadio en condiciones. Son y deben ser compatibles. Como el Villarreal, y a la espera de cómo sale el Levante UD del atolladero, Valencia no solo es taronja, sino también blanquinegra, granota, multicolor. Títulos como el de la Copa que este lunes ilustran la portada de SUPER son un recordatorio de lo que significa hacer las cosas como toca. Y de que, aunque no haya nada garantizado, al final se recoge lo bueno que se siembra. Trabajando bien no se asegura nada pero haciéndolo mal es imposible.

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