El sorpasso y los esfuerzos del Príncipe

La lectura de la derrota blanquinegra es anodina, con las mismas consecuencias que...

El sorpasso y los esfuerzos del Príncipe

El sorpasso y los esfuerzos del Príncipe

Las causas y las consecuencias del sorpasso estaban tan por encima de cuál fuese el resultado del Derbi que una semana después del 1-0 lo que sigue en la retina no es lo que ocurrió en el campo sino lo que se repite fuera de él y todos los días. Aunque en clave granota la victoria hay que entenderla como un punto de inflexión para impulsarse a la pelea por Europa, la lectura de la derrota blanquinegra es anodina, con las mismas consecuencias que siempre, es decir, ninguna. Sin nadie a los mandos, es alucinante el conformismo alrededor de un equipo que es un digno espejo para la imagen del club.

Que el escenario fuese de principio a fin lo que quiso Paco López no hizo más que reconfirmar la condición de Javi Gracia como mal necesario hasta junio. Será entonces, cuando puedan echarlo sin apoquinar el contrato entero, cuando toque poner velas con su sustituto. A quien haga el esfuerzo de recordarlo se le vendrá a la mente que en el Ciutat bastaron las primeras jugadas para ver que la distancia es superior a los cinco puntos que marca la clasificación. Existe una brecha imposible de medir que es la que separa a un equipo con un sello definido de otro que no es ni su sombra, de ahí que en el actual reparto de papeles sea el Valencia quien se conforma con la permanencia y gracias después de haber estado jugando con fuego.

Sin embargo, el quid de la cuestión no está en quien lleve hoy la voz cantante ni en que por primera vez en la historia los granotas terminen por delante. La cuestión, más allá de lo coyuntural y accesorio, está en la estructura y en la repercusión que tenga a medio y largo plazo. Del Levante se sabe que es un club sostenible con un proyecto que pasa por reforzar su modelo de plusvalías en traspasos con la explotación comercial de su remodelado estadio y la futura Ciudad Deportiva de Nazaret. Del Valencia, sin embargo, no se sabe absolutamente nada de nada excepto que hay un Príncipe revoloteando que se esfuerza en presentarse como azul y bien parecido. A TMJ, que en los últimos tiempos se ha sometido a un programa de ejercicio constante y una dieta de zumos, verduras y frutas para estilizar su figura, hay que reconocerle que ha hecho lo que nunca ha tenido a bien su amigo el señor Lim. Ha empezado mal y es un misterio si acabará llegando, pero es algo que se haya dirigido a la afición, aunque sea por redes. El fútbol es menos impredecible de lo que se piensa y ninguna esfera, especialmente la deportiva, está a salvo de una mala gestión, sobre todo si el responsable es un millonario extranjero con intereses comerciales y nada más. Para Quico Catalán, por cierto, este presente es una absoluta bendición: en la comparación brillan con luz propia los aciertos.