Hugo Duro enamora... también en el exilio

El delantero madrileño volvió al once tras su agónico doblete ante el Atleti pero actuó en el carril izquierdo, una posición que no deja explotar sus virtudes

Hugo Duro disputa el balón con Januzaj

Hugo Duro disputa el balón con Januzaj / EFE

Rafa Jarque

Cualquier otra opción que no fuera una titularidad de Hugo Duro en el Reale Arena hubiera sido una sorpresa mayúscula. El delantero está de dulce y ante el Atlético de Madrid demostró que es actualmente el jugador con más olfato goleador de la plantilla del Valencia CF. Sin embargo, su peligro dentro del área quedó totalmente limitado con el exilio al que fue sometido durante todo el encuentro en banda izquierda. Bordalás optó por Guedes como punta de lanza para tratar de aprovechar su velocidad frente a los centrales txuri urdines. El vacío que dejó la ausencia de un '9' referencia fue palpable en un encuentro que terminó con empate a cero.

A falta de peso ofensivo, a Hugo Duro no le faltó el sacrificio y trabajo que tanto demanda Bordalás. Ayudó a Gayà en el carril izquierdo cuando fue oportuno y, cuando le tocó actuar en banda derecha, hizo lo propio con Dimitri Foulquier. Y es que alrededor del minuto 27 del encuentro, el ex jugador del Getafe intercambió posiciones con Hélder Costa. Sin embargo, diez minutos después regresaron a su posiciones iniciales. Hugo fue al suelo en dos ocasiones para tratar de recuperar dos balones. Ganó dos de los cinco duelos con rival que protagonizó con el balón en el césped y, además, ganó por alto tres de los seis balones divididos que disputó. Poniendo así de manifiesto que sea en banda o en punta, su sacrificio sin balón enamora a Bordalás. Cometió además una falta. En el otro lado del campo ,la influencia ofensiva del cuadro de Mestalla en el primer tiempo fue mínima, lo que limitó aún más sus prestaciones ofensivas.

Los segundos cuarenta y cinco minutos de Hugo Duro fueron casi un calco de los primeros. El orden táctico que le tenía sometido en banda izquierda no le dejó explotar en ningún momento su principal virtud, aunque sí tuvo oportunidad de ofrecer más y mejor a su equipo. El Valencia ganó presencia en el segundo tiempo y eso le hizo incorporar detalles a su repertorio como el de dejar el carril izquierdo libre para que se incorporara José Luis Gayà. Una acción que se repetía cada vez que el Valencia lo intentaba por banda izquierda y que concluía con el madrileño buscando posición centrada por si caía en sus botas, o en su defecto en su cabeza, alguna opción de remate. Completó doce pases de los dieciséis que trató, uno de ellos un buen desplazamiento en largo. Durante su incómoda estancia en banda izquierda, puso un centro al área, pero la ausencia de una referencia clara hizo inútil su intento.

Trabajo a cambio de desborde

Sin duda el dato que inquieta. Hugo Duro no completó ni un solo regate, y tampoco lo intentó. Lo que sin duda pone de manifiesto que no es su posición predilecta. Tampoco recibió una sola falta y no tuvo oportunidad de disparar en todo el partido. Cuanto más lejos actúe lejos del área más peligro pierde el Valencia. Eso sí, su desgaste y sacrificio por la elástica blanquinegra sigue siendo innegable y demostró en casa del líder, una vez más, que es y será un hombre trascendental en esta igual de trascendental temporada del Valencia CF. El delantero acabó el partido en el banquillo tras ser sustituido por Bordalás en el minuto 77.