COPA DEL REY

'Flechazo' instantáneo entre Bryan Gil y Mestalla

El ‘21’ se metió a Mestalla en el bolsillo con un debut en el que derrochó verticalidad y fue muy escurridizo. Se vació los 90 minutos y demostró que le sobra gasolina

Mestalla disfrutó de un extremo puro y duro como Bryan Gil.

Mestalla disfrutó de un extremo puro y duro como Bryan Gil. / JM Lopez

Pau Pardo

Pau Pardo

Mestalla se dio el gusto de volver a disfrutar de un extremo zurdo puro, escurridizo y descarado. Bryan Gil aterrizó y se ganó el favor de la afición valencianista, que le arengó en todas y cada una de sus acciones. El nuevo fichaje del Valencia CF aterrizó, entrenó, se calzó las botas y disfrutó de su primera gran noche en el Coliseo de la Avenida de Suecia, mostrando que es un jugador que puede ofrecer grandes tardes por su verticalidad y su atrevimiento. El ‘ADN Valencia’, además, se manifestó con mucha intensidad en el trabajo defensivo que realizó, no negociando una sola gota de sudor y cerrando con mucho criterio en el perfil izquierdo.

La realidad es que Bryan vuelve a generar en Mestalla esa sensación de que algo diferente va a pasar. Cada vez que el andaluz la tocaba, el público contenía la respiración y después de cada acción los vítores de aprobación eran totales.

El caño sobre Raúl Parra a la media hora de juego levantó el primer «ohh» de una grada encandilada con el juego de su nuevo ‘21’. Sus esfuerzos y su intensidad para ayudar en defensa a Gayà por la izquierda redoblaron la intensidad del ‘flechazo’ entre la parroquia valencianista y su nuevo equilibrista. 

El de Barbate jugó pegado a la banda izquierda, pero dejó su impronta ofreciendo una gran movilidad. En el minuto 11 tiró su primera diagonal y acabó siendo derribado en la frontal del área. Primera acción ofensiva como valencianista y dejó una declaración de intenciones. No le quema el balón en los pies y cuando recibe en zona avanzada va a intentar el regate.

A lo largo de toda la primera mitad se dejó ver, la pidió y no tuvo ningún reparo ni complejo en encarar y arriesgar con la pelota. Mestalla, además, le avaló cada intentona. 

Cambios tácticos

En la segunda mitad el cambio táctico de Bordalás introduciendo a Foulquier por dentro le llevó a la banda derecha y le sacó un rato del partido. Con su regreso a la izquierda volvió a aparecer, con algo menos de frecuencia que en la primera mitad, pero con una dinámica similar: ofreciendo salidas y pidiéndola siempre.

El guión del encuentro no le invitó a darse muchas más alegrías, pero mostró uno de los rasgos por los que le ha querido traer José Bordalás: se desfondó en defensa. A pesar de llegar sin un excesivo ritmo de competición con el Tottenham siguió cerrando y repitiendo esfuerzos hasta el final del partido, demostrando que le sobra gasolina.