Más posesión de balón, pero estéril

El equipo de Bordalás encontró un panorama distinto al habitual: El rival le dejó jugar con balón pero no imprimió peligro a sus ataques

Cömert durante el Alavés - Valencia

Cömert durante el Alavés - Valencia / EFE

El Valencia CF enfrentó al Deportivo Alavés de inicio con un sistema de juego 1-4-1-4-1, y tras el desarrollo de partido se fueron realizando diferentes variantes a partir del minuto 37 de la primera parte. En líneas generales la posesión se decantó para el equipo de Bordalás con un 62 por cien frente al 38 por cien del equipo de Vitoria.

Respecto a esa posesión de balón, en el que el conjunto de Bordalás fue superior al cuadro de Vitoria, un dato muy llamativo es que el Valencia estuvo por encima en la administración del balón, pero a partir del minuto 47 hasta aproximadamente el minuto 65 disminuyó esa posesión, reduciéndola del 61 por cien, con picos de 69 por cien, hasta el 47. Es a partir de ese momento, con el gol anotado por Guedes, cuando volvió a aumentar posesión y perdió el control del juego.

En cuanto a los duelos globales, solo se produjeron puna vez superado el minuto 47 y hasta el minuto 75. Tuvieron mucho que ver los cambios realizados, la modificación de sistema de juego. Aunque en el tramo final del partido, con el 2-1 en el marcado, volvieron a reducir.

El desempeño en los duelos ofensivos y defensivos fueron muy similares entre los dos equipos sobre el verde, pero en los duelos aéreos con un 55 por cien el Alavés muy por encima del 39 por cien del Valencia, y en los duelos por balón perdido vuelve a dominar el equipo de Vitoria con un 42 por cien frente a 33 por cien.

El Valencia hizo un buen partido a nivel recuperador. Sin embargo, falló en el momento de dar sentido al juego una vez recuperaba el control del juego. El equipo realizó 90 recuperaciones ante las 73 del equipo de Mendilíbar. Estuvo por encima en todos los sectores. Destacan Rendall, con hasta 17, Cömert e Ilaix, con 14 cada uno de ellos o Diakhaby, con un total de trece de ellas.

El estilo de juego y las características de partido demandaba más pases en largo. Los pases laterales o cesiones, o inicios desde área fueron una constante pero no terminaron de funcionar en el equipo de José Bordalás. El ejemplo es Cömert, que teniendo un buen porcentaje de éxito, el 46 por cien de sus pases fueron laterales y solo 8 fueron en largo. Diakhaby un 30 por cien de pases laterales, y en los pases cortos los datos son que un 83 por cien fueron del central suizo por un 64 por cien de Diakhaby. Este dato evidencia que la mayoría del tiempo en el que el Valencia dispuso de la posesión del esférico, no logró dotar de sentido a las jugadas de ataque, haciendo estéril cualquier recuperación, aunque fuera en posiciones peligrosas. 

Si el Valencia desde portería suele iniciar con pases fuera del primer tercio, esta vez un 60 por cien fueron inicios en corto, y no era lo que se precisaba. El Alavés no ofreció una presión intensa arriba. Prefirió cerrar espacios en defensa aunque eso conllevara dejar salir al rival con mayor tranquilidad. El plan de Mendilibar salió a la perfección, pues el Valencia pudo salir en corto pero sin crear peligro. 

En cuanto a los tiros, cada equipo realizó un total de ocho, con más efectividad por parte del Alavés con un 63 por cien, y mayor xG (goles esperados), consiguiendo un 1.81 frente a 1.19 del equipo del entrenador alicantino. Por tanto, queda en evidencia que la gestión de la posesión fue más acertada, más eficaz y con una meta clara por parte del equipo que jugaba en casa, que a pesar de tener menos el balón, sacó más rédito del mismo. Y el Valencia CF nunca pudo estar en el partido.