Pasó lo que tenía que pasar (2-0)

Las rotaciones de Bordalás dieron lugar a un once poco reconocible, todo lo contrario que el de Emery

Jesús Vázquez pelea contra Yeremy Pino y Foyth

Jesús Vázquez pelea contra Yeremy Pino y Foyth / Francisco Calabuig

Pau Pardo

Pau Pardo

El Villarreal resolvió el partido por la vía rápida y sin sufrir más que un breve tramo en la segunda parte. La diferencia de nivel entre los onces de ambos equipos hacía presagiar desde el principio el claro favoritismo a favor del cuadro groguet, una situación que quedó evidenciada en los primeros 20 minutos del encuentro. José Bordalás se decantó por una alineación plagada de suplentes dejando claro su apuesta total por la cita del sábado en La Cartuja, mientras que Unai Emery, consciente de que tendrá una semana de descanso, puso en liza un equipo lleno de titulares.

Los habilidosos atacantes amarillos, liderados por un valiente Arnaut Danjuma, castigaron con severidad a la defensa de un Valencia que salió con tres centrales (Iranzo-Cömert-Mosquera, una combinación inédita) y que sufrió mucho para contener al neerlandés, cómodo atacando el intervalo central-carrilero en el perfil derecho valencianista. La actuación del colegiado fue muy protestada por parte de los blanquinegros, que se sintieron agraviados por el penalti señalado en contra y el que Munuera Montero no concedió sobre Ilaix.

Lo cierto es que el sino del partido empezó a conocerse muy temprano. A pesar de que el Valencia arrancó el partido tratando de presionar, el primer gol llegó ya en el minuto 7. Unas discutidas manos de Cömert, que no vio el balón por estar de espaldas, pero que tenía los brazos extendidos, dio paso al gol de Danjuma desde los once metros. Daba comienzo el recital del atacante neerlandés.

El gol no sentó nada bien al Valencia, que empezó a relajar la intensidad en la presión, tirando el bloque alto, pero con muy poco acoso sobre el poseedor del balón. Resultado: salida fácil para el Villarreal y muchos metros a la espalda de la defensa. Esta situación quedó escenificada realmente pronto, cuando Foyth salió desde atrás con una cómoda conducción y asistió a Danjuma a la espalda de Iranzo. No perdonó el ‘15’ groguet con un buen disparo cruzado.

El Valencia se mostraba incapaz de reaccionar, pero el cuadro local bajó un poco el pistón. Eso sí, Danjuma seguía a lo suyo tratando de castigar los espacios con desmarques cargados de intención. En uno de ellos encontró la posibilidad de recibir cerca de la línea de fondo y encontró a Yéremy Pino en boca de gol, pero el canario perdonó la sentencia. Los valencianistas, más allá de algún arreón de Jesús Vázquez en forma de conducción no ofrecía demasiadas señales de vida y antes del descanso Cillessen evitó el triplete de Danjuma poniendo la mano dura abajo.

La segunda mitad arrancó con un ritmo muy inferior al de la primera. Sin apenas inquietud para los porteros, lo más reseñable del tramo inicial llegó con el primer carrusel de cambios en el que Bordalás sacó a Soler de peligro de cara a la final e hizo debutar a Jesús Santiago, alias ‘Yellu’, espigado centrocampista indiscutible en el Juvenil ‘A’.

No hubo nada de salsa hasta pasada la hora de juego cuando Munuera Montero anuló a Cheryshev un gol con muchos matices. Hubo fuera de juego de Marcos André, asistente, pero el Valencia pidió penalti a Ilaix Moriba por una entrada de Parejo en la que el centrocampista blanquinegro ganó el balón y recibió el contacto del ‘5’ amarillo, pero el colegiado no lo consideró suficiente. La jugada espoleó a los valencianistas, que rozaron el tanto con un disparo de empeine de André que se marchó rozando el poste.

Tras este momento de ‘subidón’, el Villarreal pausó el ritmo con posesiones algo más largas, secando el grifo de las ocasiones valencianistas y llevando el tramo final de la contienda hacia la monotonía. Salvo Chukwueze con un disparo que se marchó rozando el palo y un error de Rulli sacando la pelota, no dio la sensación de que el marcador pudiese alterarse antes del pitido final del árbitro.