La persecución arbitral no tiene freno

Díaz de Mera perdonó dos expulsiones al Athletic, pero no se lo pensó para 'echar' a Guillamón

Isidro Díaz de Mera pitará el Athletic Club - Valencia CF

Isidro Díaz de Mera pitará el Athletic Club - Valencia CF / Eric Alonso

La moneda volvió a caer cruz para el Valencia en el apartado arbitral. El creciente enfado del club de Mestalla con la RFEF por las actuaciones de las últimas semanas no se verá aliviado con las decisiones tomadas por Díaz de Mera en San Mamés, que perdonó la expulsión a dos jugadores del Athletic, pero no tuvo dudas en señalarle a Hugo Guillamón el túnel de vestuarios. 

Y es que la polémica empezó bien temprano. En el minuto 8 Yeray Álvarez derribó por la espalda a Maxi Gómez cuando encaraba el área de Unai Simón. A pesar de ser el último hombre -su compañero llegaba unos pasos por detrás- el colegiado decidió penalizar la infracción solamente con cartulina amarilla y desde el VAR nadie le rectificó. El delantero charrúa protestó airadamente, pero Díaz de Mera reanudó el juego. 

En el ecuador de la primera parte llegó la acción más clara del partido con Dani García clavando los tacos en el tobillo de Ilaix Moriba de forma intencionada y sin opción de jugar la pelota. El árbitro, nuevamente, se mostró indulgente con un jugador del cuadro local, ya que no solamente no le expulsó, sino que ni siquiera le mostró amarilla. Nuevamente, omisión por parte de Iglesias Villanueva en el VAR a pesar de que las expulsiones son uno de los supuestos en los que puede entrar. 

El Athletic se fue a vestuarios con los once jugadores y Marcelino incluso quitó a Dani García, que no saltó al campo. Quién duró muchos más minutos en el campo, también sin amonestación, fue un Raúl García metido en todos los conflictos, empujando y protestando. 

La guinda a un arbitraje desigual en el criterio para expulsar a un futbolista se puso con la doble amarilla a Hugo Guillamón. Díaz de Mera no se pensó ni un solo segundo mostrarle la segunda tras una falta a Muniaín a pesar de que en las dos jugadas -mucho más claras- de la primera parte ni tan siquiera utilizó una herramienta como el VAR para tomar una decisión.