Hugo Duro da oxígeno al equipo a base de garra

Sangre, sudor y lágrimas. Tras la balsámica victoria del Valencia el pasado sábado frente a la Real Sociedad, Hugo Duro dejó sobre el césped de Mestalla una imagen que representaba a todos y cada uno de los aficionados que, a diferencia de tantas y tantos partidos anteriores, no querían vaciar las gradas de Mestalla. El ‘19’ valencianista, incluso, sufrió un bajón físico tras el pitido final del colegiado, fruto de toda la tensión que había liberado tras lograr los tres puntos después de ocho partidos consecutivos (de liga) sin ganar. Hugo incluso tuvo que recibir unos geles alimenticios para reponer fuerzas. 

El exdelantero del Getafe ha sido uno de los futbolistas que más ha sufrido en este primer tramo de la temporada. El fichaje de Cavani le relegó al banquillo a pesar de que el curso pasado, en su primera experiencia en València, fue uno de los hombres clave de Bordalás. Concluyó la temporada con 11 goles en total y fue, por tramos, el jugador más destacado de la plantilla. Incluso se echó el equipo a la espalda en la Copa del Rey que apunto estuvo de levantar el Valencia, anotando tanto en cuartos de final, como en semifinales y en la propia final. 

Inicio de curso complicado para Hugo Duro

La ‘era Gattuso’ no arrancó bien para el delantero. Fue titular en el debut liguero ante el Girona pero se le vio lejos del nivel que había demostrado con Bordalás. Tampoco le sonrió la suerte con algunos problemas físicos que limitaron sus minutos en el verde y que, incluso, le hicieron ser baja en algunos partidos propicios para recuperar ritmo de competición. Una vez Edinson Cavani se estableció en el once, Hugo Duro incluso parecía relegado al estatus de tercer delantero, también por detrás de Marcos André.  

¿Hubo penalti a Hugo Duro?

El corazón del equipo

La lesión de Cavani llegó en el peor momento, en un tramo crítico en el que el Valencia no le ganaba a nadie. Sin embargo, a base de trabajo y sacrificio, Hugo Duro hizo hizo olvidar al ariete uruguayo el pasado sábado ante la Real. El delantero madrileño fue una de las principales razones por la que los tres puntos se quedaron en Mestalla. Su trabajo con balón fue brillante, amortiguando cada balón llovido que le llegaba y jugándolo con mucho sentido a cualquiera de las dos bandas o a uno de los centrocampistas.

Su trabajo sin balón, mejor todavía. Presionó, se ofreció como salida de balón a cada uno de sus compañeros, arrastró a la defensa rival en varios ataques y se desmarcó con mucho sentido. Incluso provocó un dudoso penalti que el VAR terminó anulando. Le faltó el gol, cualidad innegociable para un delantero centro. Pero teniendo en cuenta su ética de trabajo y que ya demostró su olfato de cara a puerta el curso pasado, los goles son cuestión de tiempo.