Gil Manzano ya tiene fecha de vuelta tras su 'neverazo' por el Valencia-Madrid

El colegiado extremeño fue castigado por su actuación en Mestalla y todavía está por confirmarse si reaparecerá en la jornada 30 de LaLiga

Gil Manzano, en Mestalla

Gil Manzano, en Mestalla / JM López

Rafa Jarque

Rafa Jarque

Aunque todavía se desconocen las designaciones arbitrales para la jornada 30 de LaLiga, que se disputará una vez concluya el actual parón internacional, Gil Manzano ya tiene fecha de vuelta a los terrenos de juego tras el 'neverazo' que sufrió tras su actuación en el Valencia-Madrid de Mestalla. Será para un partido internacional entre Georgia y Luxemburgo que se disputa este jueves a las 18 horas aún con la clasificación a la Eurocopa en juego y su labor será la de cuarto árbitro. El murciano Sánchez Martínez será el colegiado principal.

Así, la UEFA demuestra que no hay castigo por su parte para Gil Manzano, que sí ha sufrido sanción por parte de la RFEF. De momento ha sido de dos partidos, casualmente la misma que Jude Bellingham, al que expulsó al terminar el partido. Todavía está por confirmar si el extremeño volverá a vestirse de corto para impartir justicia en un partido de liga en la jornada 30, aunque todo hace presuponer que así será.

La maquinaria blanca metió miedo al resto de árbitros con Gil Manzano

El castigo al extremeño confirmó una vez más la mano blanca dentro del estamento arbitral. Perjudicar al Real Madrid o, en este caso, no cometer errores que favorezcan al equipo de la capital tiene consecuencias y Gil Manzano ya las conoce. En el episodio de Mestalla, Gil Manzano pitó el final justo antes de que Brahim centrara desde la derecha a la cabeza de Jude Bellingham, que remataba a gol. El árbitro había avisado de que justo después del córner no iba a dejar jugar más, por lo que su decisión fue acertada. Cierto es que él solo se metió en un lío que podría haber evitado perfectamente haciendo sonar su silbato justo en el primer rechace. A pesar de que se llevó el silbato a la boca, se esperó incomprensiblemente hasta que Brahim centrara para hacerlo sonar, desatando la incredulidad, lógica en ese momento, de los jugadores del Madrid.