El Valencia CF trabaja a conciencia para plantarle cara a la Juventus en Mestalla. Por encima de que el equipo actualmente no está ofreciendo las mejores sensaciones, el vestuario está convencido de que mañana es posible obrar un punto de inflexión ante los de Massimiliano Allegri y Marcelino tiene un plan para ello. El asturiano prepara el encuentro con una gran atención a los detalles, sabe que la Juve es un equipo potente, que empuja y que llega de área a área con transiciones fuertes, y considera que para estar a la altura del desafío es clave contrarrestar el potencial físico de los italianos, que llegan a Mestalla con una plantilla de primerísima magnitud, confeccionada con el objetivo de conquistar la Champions

La baja de KondogbiaKondogbia es capital en este sentido y Marcelino, decidido a meter chicha sobre el césped, diseña en las horas previas al partido una alineación equilibrada y altamente competitiva para contener el potencial de Mandzukic, Cristiano, Khedira, Bonucci, Matuidi o Chiellini, futbolistas que van a medir la consistencia del Valencia CF.En defensa y en ataque

Uno de los aspectos en los que está focalizando más atención el técnico es el juego a balón parado y las acciones de estrategia. En una sesión fundamentalmente táctica, Marcelino dedicó buena parte de la tarde a puerta cerrada a machacar los saques de esquina y las segundas jugadas. Es evidente que el equipo debe mejorar en ataque -quedó demostrado, sin ir más lejos, ante el Betis- le falta capacidad de sorpresa, no solo a la hora de generar peligro cuando se sale del guion estricto del contragolpe sino también en ese tipo de jugadas, pero la intención era preparar al Valencia CF para protegerse de las fuerzas aéreas de la Vecchia Signora.

Desde el perfil cerrado sacaban Wass y Soler y desde el perfil abierto Parejo. Balón al área... Y acción. Analizado ese sentido defensivo del ejercicio, cobra una especial trascendencia que la pareja de centrales de uno de los equipos que esbozó Marcelino fuera la formada por Gabriel Paulista y Gabriel PaulistaJeison Murillo. Atención al colombiano porque, aunque todavía no ha debutado en partido oficial, puede entrar al equipo ante la Juve.

Se probó, aguantó el entrenamiento después de haberse retirado por unas molestias en los isquios de la pierna izquierda el día anterior y acabó con buenas sensaciones. Se muere de ganas por volver a competir -no lo hace desde el partido de presentación ante el Bayer, hace más de un mes- y convencer al míster. Físicamente está apto y si no ha jugado todavía ni un solo minuto es por decisión técnica. Diakhaby,

pese a su juventud, ha tenido un rendimiento óptimo hasta ahora pero el partido de mañana demanda otra dimensión. Murillo, que ya ha jugado en otras ocasiones contra los bianconeri y hace una semana frenó con solvencia a Dybala en Nueva Jersey con su país, demostró ayer su jerarquía y su poderío en acciones a balón parado. Si llega su turno está preparado. El de Allegri no es un equipo especialmente sofisticado pero centra muchos balones al área y Murillo, por sus condiciones propias, es una opción para el estreno en Champions.

Ordenados y sin dejar espacios

El cuerpo técnico ha recalcado la necesidad de no dejar espacios para que el rival pueda correr. Si los laterales de la Juve se proyectan en ataque pueden hacer mucho daño. La fórmula es clara, sellar las grietas, anular a Pjanic, controlar a Cristiano, vigilar la segunda línea, asegurar la retaguardia -el rendimiento de los defensas depende en gran medida del trabajo de los centrocampistas, por lo que es una cuestión colectiva- y hacerse fuertes con la salida rápida, donde Guedes puede interpretar un papel decisivo... Contragolpe y finalización, algo que también se trabajó. Wass, protagonista el sábado por el infortunio de Kondogbia, entrará directo a la sala de máquinas y Batshuayi puede estrenarse de inicio: su perfil es idóneo para hacerle daño a un rival que sufre con los delanteros grandes y que juegan de espaldas.