El Valencia CF activó una serie de medidas de seguridad después de confirmarse el primer caso de coronavirus en València, que además se trata de uno de los periodistas que viajaron la pasada semana a Milán para cubrir la información del partido de la Champions League ante la Atalanta. Las actuaciones se centran en dos direcciones, los partidos que se han de celebrar próximamente en Mestalla y la actividad diaria en la ciudad deportiva de Paterna, donde coinciden cada día y mucho más los fines de semana infinidad de jugadores de todas las edades, sus familias y aficionados procedentes de diferentes lugares.

En este sentido, el club mantuvo este jueves una reunión de trabajo con sus servicios médicos para establecer las medidas internas necesarias y sobre todo para que todo el personal tenga claro cómo proceder en los próximos días, también en los casos en que haya personas que presenten síntomas que puedan ser compatibles con la enfermedad. El Valencia CF necesita blindar de alguna manera su ciudad deportiva, donde se han de extremar las precauciones para evitar el contagio de los jugadores del primer equipo, que han de seguir compitiendo, y también del resto de la escuela. Se repartieron trípticos informativos a los jugadores del primer equipo para informarles de primera mano sobre la enfermedad con un listado de recomendaciones para evitar en la medida de lo posible las situaciones de riesgo. Un solo caso positivo de coronavirus entre la plantilla o cuerpo técnico causaría un auténtico shock en el club, que podría verse obligado a suspender la actividad con las consecuencias que de ello se pueden derivar.

En este sentido, a lo largo del día se estuvo estudiando la posibilidad de cancelar la rueda de prensa de Albert Celades previa al partido ante el Betis, que se tiene que celebrar este viernes. Una medida que tiene mucho que ver con el caso de coronavirus entre los enviados especiales a Milán, porque trataría de evitar un posible contagio involuntario por parte de otros compañeros que puedan haber estado en contacto en este caso con Kike Mateu, periodista de Intereconomía València, primer caso confirmado del virus COVID-19 en la provincia de València. De hecho, al cierre de esta edición dicha rueda de prensa todavía no se había convocado, algo completamente inusual.

El Valencia también está reclamando más información a las instituciones en determinados casos. Curiosamente, la Conselleria de Sanitat Universal y Salut Publica se encuentra justo enfrente de las oficinas del club, en la calle Micer Mascó. Este jueves ha habido contactos entre ambos de cara a posibles medidas para el partido que este sábado disputan Valencia CF y Betis en Mestalla. Este jueves, en una reunión con responsables de medios de comunicación en la que participaron el President Ximo Puig, la consellera de Sanidad Ana Barceló y la subdirectora general de Epidemiología, Herme Vanaclocha, el jefe de microbiología del hospital Clínico de Valencia, David Navarro, ha explicado que no hay "ninguna justificación científica para suspender grandes acontecimientos". Eso sí, se recomienda a los grupos de riesgo como personas con enfermedades respiratorias o inmunodepresivas, que "eviten las aglomeraciones".

El partido ante la Atalanta

El Valencia CF ha vendido más de 2.700 entradas a seguidores de la Atalanta para el partido que se jugará el próximo 10 de marzo en Mestalla, aficionados italianos procedentes de una de las zonas más afectadas en el norte de Italia. Según explicaba la Consellera Ana Barceló, "hay que tener en cuenta la decisión de la autoridad sanitaria italiana, que es la que tiene que autorizar si salen el equipo y la afición o no". Son por tanto las autoridades sanitarias las que deben tomar decisiones en ese sentido, aunque la postura del club está clara. Piensan que existe un riesgo excesivo de contagio difícil de controlar y la intención es recomendar que ese desplazamiento masivo se produzca. Esta es la idea que tiene previsto trasladar el Valencia al club italiano, que contacte con sus aficionados para que no viajen, aunque haya que reembolsarles el dinero de las localidades. A día de hoy no existe ninguna decisión de las autoridades italianas o españolas que afecte a ese partido de vuelta de los octavos de final. Este miércoles, de hecho, se disputó el partido Lyon-Juventus sin ningún tipo de restricción, con más de 2.000 hinchas italianos en la ciudad francesa y en las gradas del estadio. Tampoco la UEFA se ha pronunciado al respecto.

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