En código valencianista, Nico Otamendi es la referencia perfecta. Diogo Leite ha crecido persiguiendo el modelo de defensas de primer orden. "Intento seguir el ejemplo de los grandes centrales que han representado al Porto en el pasado reciente y han hecho historia: Jorge Costa, Ricardo Carvalho, Bruno Alves... también tengo mis propias cualidades, pero jugar al lado de Pepe es un motivo de orgullo y satisfacción enorme, siempre está dispuesto a ayudarme en lo que necesito", así lo ha reconocido siempre Leite. La declaración es depués de una de sus primeras apariciones en la élite. Pocos clubes en el mundo han producido o lanzado más y mejores centrales en las últimas tres décadas. Desde Fernando Couto hasta la dupla Éder Militao-Felipe, última gran pareja en explotar en el Estadio del Dragón. Los dos brasileños juegan ahora para Real Madrid y Atlético.

El Porto comenzó la cadena de montaje fichando, tirando de cazatalentos -así encontró a Thiago Silva en el Juventude- o rematando la formación de talentos defensivos como Ricardo Carvalho, Bruno Alves y Ricardo Costa, otro ex del Valencia CF. Ahora produce centrales con sello propio, con una identidad alimentada por todas esas referencias y potenciada en el Centro de Entrenamiento y Formación Deportiva de Olival-Crestuma, inaugurado en 2002. Diogo Leite es producto puro de esa política, como su inseparable Diogo Queirós. Campeones de prácticamente todo en categorías inferiores (Eurocopa Sub-17 y Youth League) y que parecían destinados a recuperar la carga genética de parejas como Fernando Couto-Jorge Costa o Jorge Costa-Ricardo Carvalho, campeones Europa League y Champions 2003-2004. Sus suplentes eran Pedro Emanuel y Ricardo Costa. Después, José Mourinho se llevó a Carvalho al Chelsea y se firmó a Pepe, que luego se marchó al Real Madrid, así sucesivamente hasta producir la dupla Nico Otamendi-Rolando, que dio otra Europa League en 2011.

Un jugador para una década

Las necesidades económicas, la exigencia deportiva, la presencia de Marcano, Pepe o Mbemba y el interés de potencias de otras ligas, como es el caso del Valencia CF, pueden terminar con el camino paralelo de los Diogos. El verano pasado, Queirós se marchó a Bélgica cedido para rodar en el Mouscron, con billete de vuelta. Leite mantuvo su apuesta tras la salida de Felipe y Militao, pero Sergio Conceiçao no le ha dado continuidad, pese al discurso público: "Estamos hablando de un chico que ha estado con el Porto durante casi una década, que sabe cuál es el espíritu y las demandas de esta casa. Su calidad también es innegable". El míster lo conjuga más en futuro que en presente. Cuando ha participado, Leite no siempre ha estado perfecto, pero sí ha dejado constancia de la solidez de su pie izquierdo y de su buen posicionamiento. Iván Marcano es difícil de discutir, pero el debate sobre el rol de Leite tiene vida. Su situación puede permitir al Valencia CF marcarle otro gol al Porto... cuestión histórica. En 2014, Rufete y Ayala aprovecharon el momento de desconfianza con Otamendi para llevarse al argentino por 14 millones.

Aprender de los mejores

Con Pepe camino de los 38 y Marcano directo a los 33 años, el Porto podría brindarle ese espacio, pero la necesidad de hacer caja obliga a hacer sacrificios y uno podría ser Leite. Mientras, Pepe le pide paciencia y refuerza el valor de su rol. En diciembre, el capitán del Porto concedió una entrevista al diario O JOGO en la que dejó clara su opinión: "Llegué al Porto a los 20-21 años, con su edad, y el primer año tampoco jugué demasiado, pero aprendí mucho de Jorge Costa, Pedro Emanuel, Bruno Alves, Ricardo Costa... Leite está experimentando esto y le digo que asimile todo porque, tarde o temprano, será una referencia para nuestro club e incluso para la selección portuguesa".

Está por encima de la media

Pepe ejerció de líder y de hombre de club. Ahora que Portugal busca centrales y que la figura de Rúben Dias (Benfica) se eleva, el central defendió a su compañero: "No es habitual encontrar un central con su zurda y con sus características: es rápido, fuerte, tiene una buena salida de balón, lee bien el juego, ha ganado títulos en el Porto, es uno de los capitanes en la Sub-21. Está en el camino correcto... Es el mejor central de Portugal".

La cultura táctica del Porto está en su base futbolística, como bien defendía Ricardo Costa durante su etapa en València. Leite no es Pepe y tampoco sigue la línea de Otamendi, pero es un proyecto importante por su inteligencia. En los prolegómenos de su debut, cuando conquistó la Supertaça, en agosto de 2018, Leite se presentó defendiendo su escuela: "Trato de ser agresivo en los duelos individuales y marcar posición".

Futuro deportivo y económico garantizado

En las últimas tres décadas, el Porto ha generado cerca de 250 millones de euros en ventas, sólo con sus centrales. En un club que ha dado todo tipo de talentos, cracks como James, Falcao, Jardel, Lisandro, Deco, Lucho o Hulk, los dos traspasos más altos de su historia son Éder Militao (Real Madrid, 50 millones) y Eliaquim Mangala (Manchester City, 45 millones). En el Top-10 hay otros dos fenónemos defensivos: Pepe y Carvalho, 30 kilos por cada uno.

La próxima gran venta puede ser Diogo Leite. El Porto se ha visto obligado a vender bien pronto canteranos como Rúben Neves, Diogo Dalot o André Silva. Si sale Leite tiene a Queirós y desde Olival asoman centrales como Pedro Justiniano, Levi Faustino, Tiago Antunes o David Vinhas. El sueño de juntar en Estadio do Dragao a los campeones de la Youth League 2019 (Diogo Costa, Tomás Esteves, Vítor Ferreira, Joao Mário, Baró o los Fabios, Vieira y Silva), queda para los románticos. Lo que tiene claro Pinto da Costa es que tiene una parte del futuro deportivo y económico garantizado.