Marcelino, ahora como 'león', vuelve a ser campeón

El Athletic Club, apenas dos semanas después de la llegada de Marcelino García Toral a su banquillo, se ha proclamado ya campeón de la Supercopa. El técnico asturiano vuelve a alzar un título doblegando al Barça en la final otra vez -y ojo porque en la semifinal se cargó al Real Madrid- como hiciese con el Valencia y lo consigue en la prórroga tras levantar dos desventajas en el marcador, una de ellas casi in extremis. Mérito y emoción casi a partes iguales.

El partido ha empezado con un plan muy a la medida del técnico rojiblanco, con una presión muy avanzada y más problemas para el Barça que para los leones. De hecho 36 minutos ha tardado en aparecer un Leo Messi hasta ese momento aletargado. En el inicio de partido por momentos ha dado la sensación de estar todavía algo mermado físicamente el argentino, pero un latigazo que ha salido lamiendo la escuadra derecha de la meta defendida por Unai Simón ha sido el bostezo del '10'. La muestra más evidente es que el 1-0 ha salido apenas tres minutos después de sus botas con un pase magistral a Jordi Alba en profundidad que el catalán le ha devuelto. El remate del argentino ha sido bloqueado por la defensa rojiblanca en primera instancia, pero la pelota le ha quedado a Griezmann, quien a la media vuelta ha enviado la pelota a la red (1-0).

No era justo porque hasta ese momento el partido había sido parejo, pero por una vez ha habido justicia ya que prácticamente en la acción inmediatamente posterior Araújo ha dejado recibir y girarse a Williams, quien ha enviado un balón perfecto a la espalda de Lenglet y Jordi Alba que De Marcos ha aprovechado para rematar cruzado y devolver la igualdad al marcador  (1-1).

Se llegaba al descanso de nuevo con las fuerzas parejas y en la segunda mitad, si no de forma idéntica, se podría decir que se ha repetido el guión parcialmente. Tras un gol anulado a Raúl García por posición antirreglamentaria milimétrica, el Barça ha vuelto a cobrar ventaja tras una acción de tiralíneas entre Dembélé y Jordi Alba que de nuevo Griezmann ha enviado al fondo de la red (2-1).

Ese parecía el gol definitivo, pero en una Supercopa que otras cosas no, pero emoción ha tenido a raudales, la cosa no podía quedar ahí. Koeman y el Barça han dejado de nadar para únicamente guardar la ropa porque han visto la orilla ya muy cerca, pero un golpe franco lateral casi al filo del tiempo reglamentario botado magistralmente por Muniain y rematado por Villalibre ha permitido al conjunto rojiblanco forzar una prórroga (2-2) que como mínimo merecía el equipo de un Marcelino que, además de trabajo, siempre tiene ese punto de 'flor' necesario.

Tras un final de partido así el Athletic obviamente ha recuperado la fe -aunque esa afirmación puede que no sea del todo correcta, ya que nunca la ha perdido- y quizás ha sido eso lo que ha impulsado en la primera ocasión de tiempo adicional a Iñaki Williams a intentar un disparo con rosca ajustadísimo a la escuadra larga que la pantera del Botxo ha ejecutado a la perfección logrando un auténtico golazo (2-3) .

Ha habido ocasiones a partir de ahí. Unai Núñez ha podido marcar en las dos áreas y sobre todo Griezmann ha marrado con la derecha el empate y lo que habría sido su triplete. Pasaban los minutos, el Barça se desangraba y el reflejo de la impotencia blaugrana ha sido un feísimo manotazo que un Messi desquiciado le ha propinado a Villalibre en los últimos minutos y que le ha costado la expulsión y a buen seguro un buen número de partidos de sanción. Marcelino, ahora como 'león', vuelve a ser campeón.