JUEGOS PARALÍMPICOS

Abanderado y dos horas de coche hacia Izu

Ricardo Ten no se pudo quedar hasta el final de la ceremonia al tener que regresar a Izu, junto a Monte Fuji

Julián Lafuente

Julián Lafuente / SD

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Con una puntualidad absoluta arrancó la ceremonia de inauguración de estos Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. Luces, sonido y cuentos infantiles acabaron por dar un bonito espectáculo. Faltó, por el contrario, la salsa del público gritando y agitando las banderas de su país cuando éste se anuncia por megafonía y aparecía por el lateral del estadio. En su lugar hacíamos lo que podíamos los periodistas que tuvimos la suerte de disfrutarlo, perdidos en la inmensidad de la grada del Estadio Olímpico japonés. Decían los que ya han pasado por otros Juegos que sin público se pierde la esencia, se pierde todo, y es posible. Para los que nos estrenamos en unos Juegos fue una experiencia inolvidable.

Lo fue también para uno de los protagonistas de la velada por parte de la delegación española, Ricardo Ten. A los 55 minutos de empezar el acto apareció por el costado del anillo olímpico el ciclista valenciano junto a Michelle Alonso, ambos con la bandera española. Ten se recorrió 80 kilómetros desde Izu, donde se encuentra concentrado, para encabezar la numerosa (y la más animada, con diferencia) delegación española en el evento. No se esperó ni a que terminara la ceremonia. En cuanto acabó el desfile español se montó en el coche y regresó a Izu, junto al Monte Fuji, ya que el trayecto, pese a ser de ‘solo’ 80 kilómetros, se recorre en no menos de dos horas. Ya lo había dicho el propio Ricardo: “Va a ser una paliza, pero mentalmente me va a venir bien”. Seguro que ha valido la pena.

El ciclista no fue el único valenciano que tuvo que salir corriendo. David Levecq, se estrenaba en la piscina del Tokio Aquatics Centre pocas horas después y tampoco se quedó a ver la parte final del espectáculo. El que ni siquiera estuvo fue José Antonio Marí, ya que el competía todavía más temprano que su compañero y amigo y prefirió ver la ceremonia desde el hotel de la Villa.

El que sí se coló en el desfile fue un valenciano inesperado, el artista Manolo Valdés. La delegación española desfiló con el traje de gala confeccionado por la marca Luanvi (también valenciana, por cierto). Bajo la americana, el polo de los deportistas lucía una ‘Menina’, obra del creador de ‘La Pamela’ donada por la Fundación Hortensia Herrero a la ciudad.