Opinión

¿Quién ha dejado de creer en Bordalás en el Valencia CF?

Entiendo al entrenador cuando pide refuerzos y me gustaría pensar que el club «sólo» está valorando lo que puede pagar

Bordalás durante el entrenamiento del Valencia CF

Bordalás durante el entrenamiento del Valencia CF / JM Lopez

No me gusta eso de ‘La Bordaleta’, supongo que porque soy un viejo, pero si hay que identificarse con ello, tengo muy claro que yo no me bajo. Sigo pensando que el técnico alicantino es un activo indispensable en el actual Valencia, porque ha dado un impulso a que hablemos algo más de fútbol, cosa que pasaba muy poco desde mayo de 2019. También tengo cristalino que los entrenadores son los seres más complejos que existen en el mundo del fútbol, por encima incluso de los jugadores (que siempre tienen para darles de comer aparte). Nunca están contentos con lo que tienen, hay motivos de queja permanente, y a todo le ponen una pega en base a sus gustos personales.

Y todo eso me parece bien, porque bien llevado, es la manera en la que crecen los equipos. El mejor Valencia de todos los tiempos se basó en una pelea permanente entre Rafa Benítez y el consejo, y especialmente, con Suso García Pitarch. En 2002, justo después de ganar la Liga, la gran polémica era que no venía el lateral derecho que quería Rafa, y al siguiente, antes del Doblete, que llegaron la «lámpara y el sofá». Que haya este tipo de disputas es lo más normal del mundo, y hasta sano, pero estamos en un entorno que convierte lo cotidiano del fútbol en algo extraordinario y, sobre todo, poco menos que bélico, ya que todo se basa en decir que hay luchas de poder.

A un entrenador nunca le tienes que dar todo lo que pide, pero jamás le debes negar todo lo que demanda. Eso es algo que he aprendido con los años, y por la experiencia propia, porque por encima de cualquier técnico tiene que haber una política deportiva de la entidad, que marquen profesionales de primer nivel, que cuenten con todo el respaldo por parte de la propiedad, y que tengan cierta autonomía para tomar determinadas decisiones. Y en eso se basa todo, no le demos muchas más vueltas, aunque tengo claro que se las seguiremos dando, porque repito, el relato es demasiado tentador como para simplemente hablar de fútbol, de gustos y de opciones económicas.

El gran problema es que los fichajes tendrían que estar ya aquí desde hace varios días, porque las carencias no son nuevas, se saben desde antes de empezar la Liga, y yo, poniéndome en la piel de Bordalás, también estaría caliente con ese tema. ¿Pero eso significa que vaya ‘todo por el aire’ y que vayamos a vivir un episodio como el de Javi Gracia la pasada campaña? Creo que no, sinceramente, pero tampoco puedo poner la mano en el fuego porque Meriton es una caja de bombas permanente, y es imposible saber qué puede pasar mañana. 

También tengo claro que el entrenador alicantino no es ningún trompellot, que ser sincero no implica buscar guerra con nadie, y que aunque puede pedir cosas que no se le pueden dar, lo hace porque él entiende que el Valencia será mejor con esos refuerzos. Y digo de nuevo que el problema no es que no esté aquí Wakaso o quien sea, sino que no haya nadie cuando sabemos lo que nos duele desde hace muchos meses. Vamos a ganar al Sevilla, que sería muy importante, y terminemos esta semana con mejor equipo que la empezamos, porque al final se trata de eso, sin más. No me bajo de la famosa Bordaleta, entiendo al entrenador cuando pide refuerzos, y me gustaría pensar que el club «sólo» está valorando lo que puede pagar. Pero es lo que más me cuesta, de largo.