Opinión

Verstappen gana por velocidad en Arabia

Carlos Sainz vuelve a subirse al podio con el Ferrari y Fernando Alonso abandona

Formula One Grand Prix of Saudi Arabia

Formula One Grand Prix of Saudi Arabia / STR

La segunda carrera del mundial 2022 acaba con un empate a victorias entre los que este año se disputarán el título: Ferrari y RedBull. Max Verstappen supo aprovechar la ventaja de la que, por el momento, disponen los de la bebida energética: la velocidad punta. En la primera carrera en Baréin, un circuito de acelerón y frenazo, Max no pudo sacarle todo el jugo, pero en las largas rectas de Jeddah, un circuito rápido, peligroso y al que ya se le busca sustituto, esos kilómetros por hora extra marcaron la diferencia.

Hay varias lecciones que sacamos tras las dos primeras carreras. La primera es que Leclerc le tiene tomada la medida a Verstappen. Sin, de momento, los dramas de las luchas que mantuvo el pasado año el holandés con Hamilton, Leclerc le mojó la oreja al campeón en Baréin y a punto estuvo de volver a hacerlo en Arabia. El monegasco, un auténtico zorro en la pista, se dejaba pasar para buscar rebufo y DRS y repasar al holandés. La punta del RedBull dictó sentencia, pero Charles sabe que tiene un caballo ganador y no teme a Max.

La segunda lección es que los equipos líderes decidirán pronto, si no lo han hecho ya, quién es su primer piloto. Con unos coches, que ahora sí, se pueden perseguir de cerca, serían desastrosas las batallas fratricidas. Eso es precisamente lo que le pasó a Alpine: a Otmar Szafnauer le dieron todos los males en el muro cuando vio que Alonso y Ocon se enzarzaban en una batalla inútil. Todo eso deja a Sainz por el momento frente a las cuerdas. Carlos, a pesar de sus dos brillantes podios, no se acaba de hacer con el manejo del F75, no se siente del todo a gusto, o al menos no tanto como Leclerc, que lidera el mundial delante del coco Verstappen. El español debe trabajar duro, domar el Ferrari y postularse a luchar por un mundial que este año es más que posible.

La tercera lección es que la estrella de Mercedes sigue sin brillar. Ver cómo Hamilton no pasaba de la Q1 en la crono y en carrera se peleaba con un Haas parece un guión escrito por su peor enemigo. En su casco, de nuevo pintado de amarillo, sigue la frase “I still rise”, pero en esta ocasión a Lewis le toca levantarse desde los infiernos.