Opinión

Cavani

Tras la goleada ante el Getafe vino un inesperado baño de realidad en Vallecas

Cavani posa en Mestalla el día de su presentación

Cavani posa en Mestalla el día de su presentación / JM Lopez

El día del partido del Getafe ya vi muchas camisetas de aficionados con el nombre de Cavani en la espalda, así que mañana serán el doble o más. Eso es expectación de la buena, porque no hay nada mejor que caer en gracia en Mestalla, aunque no hayas disputado un solo minuto. La verdad es que el valencianismo anda huérfano de ídolos, y hace muchos años que el aficionado ha decidido estamparse su propio nombre con su número preferido o el de alguna leyenda. Las leyes del mercado son así, pero, por cierto, me gustaría advertir del desvarío crematístico que padece el Valencia. Además de la clásica, hay camisetas grises, granas, azules cielo, azules oscuras y negras, además de varios modelos de la senyera, algunos poco afortunados. Menos amarillo y verde, creo que hay de todos los colores, lo que supone un atentado contra la uniformidad televisiva y la tradición balompédica.

Sin ir muy lejos, el otro día puse la tele y toda la grada del Ciutat de València iba de amarillo. No había duda quien jugaba, aunque esté en otro estadio. Igual ha pasado esta semana en los partidos de la Champions. Si haces zapping como yo, ves el color mayoritario de los aficionados y te sitúas a la primera. No digo que el club renuncie a los ingresos por la vestimenta oficial, que son pocos la verdad, pero al menos podía ordenar el tráfico, porque incluso en la Curva ves de todos los colores.

Volviendo a Cavani, está todo preparado para su debut esta tarde. Nadie discute a estas alturas del partido la calidad del delantero uruguayo, así que, tras las semanas de adaptación, Gattuso lo ve preparado para empezar a sumar goles, y no es preciso que se hinche hoy, porque es mejor administrarlos en cada partido, que esto es muy largo, y tras la goleada del Getafe vino un inesperado baño de realidad ante el Rayo. 

Me alegra mucho la convocatoria de Gayà para la selección, se la merece solo por la injusticia de su inexplicable sanción. También por Guillamón, que le dará ánimos que siempre vienen bien. Y por su puesto por Soler, Ferran y Pau Torres. Ya habrá tiempo para hablar sobre este extraño Mundial otoñal de Catar, pero la confianza de Luis Enrique en el capitán merece un aplauso.

Tras los castillos artificiales del verano, todo indica que el equipo transitará por la zona media de la tabla y que volverán los cánticos contra Peter Lim, por mucho empeño que invierta Lay Hoon Chan para que no se oigan en Singapur. Por si acaso, recuerdo que también vi aficionados del Valencia con el nombre estampado de Peter Lim en la camiseta, eso sí, hace tantos años que lo olvido y lo perdono.

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