No hay más preguntas

La ausencia de fontanería en el club clama al cielo. Por eso todo se dilata y cada problema es un mundo

Javier Solís, en sala de prensa

Javier Solís, en sala de prensa / Miguel Ángel Montesinos

Rafa Marín

Rafa Marín

No hay más preguntas, señoría. Ni a Salvo y Aurelio. Ni a los expatronos. Tampoco a Solís, esta vez sin escuderos ante el peligro. No hay más preguntas porque ya están todas hechas. Y porque, aun así, la mayoría siguen sin respuesta. O en el mejor de los casos, si las tienen, no son creíbles. Remover el pasado y exigir responsabilidades está bien desde un punto de visto ético y moral. Pero las soluciones están en el presente y el futuro inmediato. Por ejemplo en el Ayuntamiento, donde los dos socios de gobierno han acabado por ponerse de acuerdo en que ya está bien. A buenas horas, aunque más vale tarde que nunca. El factor elecciones está ahí y ya se verá quién hereda el marrón en la próxima legislatura. Pero le caiga a quien le caiga, lo primero es la ciudad y son los vecinos. Después de mil reuniones, y sin entrar en los detalles de lo que mantiene una parte y la otra, que el acuerdo no esté todavía a la vista sigue siendo culpa de Lim. No hay mayor responsabilidad que la suya en haber dejado al club sin estructura ni intermediarios válidos. La ausencia de fontanería para negociar en cualquier ámbito, incluida la administración, clama al cielo. Y así no se va a ningún sitio. Nunca hubo ningún gesto real para mantener viva la ATE. Ni hablar por supuesto de empezar el pabellón. Ni siquiera meter una máquina en las obras para limpiar los hierbajos. Desidia que se ha trasladado a un serial de encuentros para la foto dentro del salón y palos nada más salirse al pasillo. No es manera de gestionar. En Singapur tal vez sea así, pero aquí la administración afortunadamente ya no es lo que era. Todo con luz y taquígrafos. 

Partidazo

Hoy es el primero de los cinco partidazos que le quedan al Levante en Orriols, donde por cierto saben muy bien cómo de dura es la burocracia. Empieza el sprint final por el ascenso y la afición tiene que estar más metida que nunca. Después de haber puesto toda la carne en el asador, el futuro granota pasa por el ascenso y aun así habrá que apretar los dientes. Así que mejor ni pensar en otra temporada en Segunda. Un día para disfrutar de la Copa de la España libre.

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