El robo del robo

Una imagen durante el Valencia - Madrid

Una imagen durante el Valencia - Madrid / JM LOPEZ

Andrea Esteban

Andrea Esteban

Si analizamos al final de cada temporada cómo se marcan y se encajan la totalidad de los goles, la estudiamos y la comparamos con temporadas anteriores, podemos sacar conclusiones muy interesantes para conocer el camino hacia el cuál avanza el fútbol actual. La fase del juego en la que se cocina el gol pocas veces es un ataque organizado. Cuando un equipo posee el balón en campo rival se encuentra en gran cantidad de ocasiones con una formación defensiva ordenada, posicionada y junta que trabaja con un único objetivo, proteger su mayor tesoro, la portería. Toda la responsabilidad recae sobre el poseedor del balón que tiene que moverse, desordenarse, jugar con ritmo y superar rivales para poder llegar en situación de peligro a zonas cercanas a portería. Teniendo en cuenta que el fútbol es un juego de errores tanto en fase ofensiva como en fase defensiva pueden cometerlos. Sin embargo, debemos de tener en cuenta un matiz importante, el equipo defensivo puede cometer un error estando ordenado y junto, con poca distancia para recibir las ayudas, y el equipo ofensivo puede cometerlo estando expuesto, sin ayudas y con mucha distancia entre ellos. El primer error a veces se subsana, pero el segundo suele costar caro. Actualmente, la mayoría de goles provienen de transiciones. Hay dos comportamientos muy marcados: la presión avanzada o el bloque bajo. 

Dentro de estos contextos tan determinantes, me gustaría destacar una situación de juego que considero clave. Esta situación la explico para que nos entendamos correctamente como el robo del robo, y se produce de manera constante durante la competición. Puede ser determinante si uno de los equipos la aprovecha para hacer daño en un momento de cierto desorden o incertidumbre en el juego. El robo del robo fue la situación mejor controlada y manejada por el Valencia CF en el enfrentamiento contra el Madrid. ¿Y qué es y cómo se produce el robo del robo? Cuando tengo inicialmente el balón, el robo del robo se traduce en cómo reacciono a mi pérdida de posesión y cómo reproduzco el ataque posterior. Si cuando pierdo el balón soy capaz de activarme, reaccionar y recuperar la posesión, podré volver a atacar en un momento en el que el rival quiere salir rápido en transición ofensiva, está desplegándose y corriendo hacia delante, por lo que puedo aprovechar y atacar muchos espacios que unas milésimas de segundo antes no existían. El Real Madrid cuando recupera el balón quiere salir muy rápido y de una forma muy vertical, algo que no consiguió este domingo debido al gran rendimiento del equipo de Mestalla en ese momento de pérdida de balón. Esa activación mental y física no tenía el único objetivo de evitar esa transición ofensiva del Madrid, sino que además de neutralizar ese ataque, el resultado era un nuevo ataque del equipo valenciano contra un rival que en ese preciso momento ya solo estaba pensando en atacar. 

El fútbol es un juego de errores. El Valencia supo jugar con esta definición realmente bien. Realizó una muy buena presión alta cuando el Madrid quería iniciar con Courtois, esperó los errores del rival cuando tuvo que defender cerca de Mamardashvili, corrió el mínimo riesgo cuando tuvo que progresar con balón en zonas de inicio, y se expuso muy poco cuando tuvo que llevar la responsabilidad del ataque en zonas de finalización. Esta es la mejor manera de afrontar una situación clasificatoria que no permitía errores, y que necesitaba de una puesta en escena como la del domingo. Es una pena que el rendimiento deportivo del Valencia esté pasando desapercibido debido a todo el ruido externo que acompañó al partido. Los primeros setenta minutos del partido fueron muy completos, y pienso que también deberíamos hablar algo de ello.

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