Debería ser lo normal

Pepelu es un fichaje interesante, inesperado y con un futuro prometedor aún por delante

Pepelu posa con la camiseta del Valencia junto a Corona

Pepelu posa con la camiseta del Valencia junto a Corona / VCF

Dani Meroño

Dani Meroño

El Valencia CF ha hecho un buen movimiento con la contratación de Pepelu. Un fichaje interesante, inesperado y con un futuro prometedor todavía por delante. Igual que decimos las cosas que se hacen mal, hay que decir las que se hacen bien o, al menos, de forma normal y lógica en un club de fútbol. Porque, en un equipo como el Valencia CF, debería ser lo normal.

La llegada de Pepelu responde a la de un jugador con proyección, por una cantidad asequible en tiempo y forma, así como un trabajo estratégico para convencer a un jugador que ha cambiado de acera cuando estaba llamado a ser el símbolo del equipo granota. Si encima rinde igual o mejor que en el Levante UD puede el valencianismo estar satisfecho con esta operación.

El Valencia CF con este tipo de incorporaciones pretende potenciar lo que llaman ‘local management’, es decir, una gestión local y toma de decisiones más autónoma desde València. ¿Lo conseguirán? Tengo mis dudas. Solo el tiempo demostrará si esto ha sido un espejismo o es verdad que les van a dar el mismo margen de maniobra que tenía Mateu Alemany a la hora de cerrar operaciones. Es lo que busca el club -de València- frente al de Singapur.

Dicho esto, no soy de los que vayan a sacar el autobús por este tipo de cosas, ya que es lo que se debe hacer en un club normal. Que se negocie, convenza al jugador y se cierre una operación sin tener que viajar a 11.000 km a por un OK o sin responder al representante de turno es lo que debería haber pasado siempre aquí y por desgracia no ha sucedido.

Está claro que todo esto está supeditado a variables incontrolables como que el máximo accionista se levante una mañana y decida cambiar otra vez la forma de hacer las cosas; que el representante de cabecera de Peter Lim haga una llamada; o que engañen al entrenador de turno. Por desgracia estas tres variables son lo normal en el Valencia CF de Meriton.

Tampoco creo que haya que celebrar que el Valencia CF ha equilibrado el Fair Play Financiero. Creo que es una buena noticia en términos de control de gasto, pero sin más. Porque si esto fuera acompañado de éxitos deportivos sería maravilloso, pero por desgracia no ha sido así sino todo lo contrario. Equilibrar este control financiero ha supuesto casi el descenso a la Segunda División, mientras que otros clubes siguen excedidos y viviendo por encima de sus posibilidades ganando títulos y dando alegrías a sus aficionados. ¿Qué sentido tiene todo esto? ¿Vale la pena hacer los deberes cuando otros se lo pasan por el forro? No sé qué responder, pero tengo claro que si hay un club que vive endeudado hasta las trancas, que no pudiera competir en las mismas condiciones que el resto debería ser lo normal. Aunque ya sabemos que las normas están para según qué clubes.

Por otra parte, posiblemente también haya servido como excusa para sacar y vender a jugadores por los que había ofertas, cosa que nunca terminaremos de saber. 

Dicho esto, no hay nada hecho. El Valencia CF debe seguir incorporando futbolistas, pues la plantilla está todavía más desequilibrada que la temporada pasada tras las salidas de los jugadores cedidos que, curiosamente, dos de ellos fueron de lo más importante de la última temporada. Jugadores que quieran estar, a poder ser en propiedad y con hambre de triunfos. Nada de jugadores que estén de vuelta, de cesiones estériles o de operaciones a correprisa y con la liga empezada. Porque armar una plantilla competitiva, equilibrada y que ilusione a la afición valencianista debería ser lo normal.

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