Una deuda al cuadrado

El Levante debe cumplir ante su afición y dar pasos hacia la estabilidad económica

Celebración del gol de Brugué al Alcorcón

Celebración del gol de Brugué al Alcorcón / LUD

Juanma Romero

Juanma Romero

El fútbol vuelve al Ciutat este sábado en un duelo que nos traslada a muchos hasta los partidos que Levante y Eldense dirimieron en la extinta Segunda División B. La victoria en Alcorcón ratificó que el cuadro granota está encontrando una mejor solvencia y un mayor empoderamiento como visitante. Es un dato positivo pero insuficiente para conseguir un gran botín como el ascenso. El Levante ha de mostrar esa fortaleza en casa, con los suyos. Es además con su gente con quién ahora mismo el equipo está en duda. El empate ante el Oviedo, y sobre todo, la dura derrota contra el Espanyol dejaron una sensación de cierta desilusión y de dura realidad que solo un triunfo puede curar. Es aquí donde Calleja y los suyos deben dar un paso adelante. El Ciutat ha de ser el hábitat natural en el que el Levante se ha de rearmar, ser inexpugnable y cimentar una campaña que ha de ir construyéndose poco a poco hacia arriba, con la incógnita de no tener techo.

El duelo de Santo Domingo dejó también una nota muy positiva, y que no es otra que el reencuentro goleador de Brugué. Lastrado por la lesión la pasada campaña, el habilidoso jugador catalán no ha encontrado todavía su sitio en el equipo, pero su gol en Alcorcón ha de servir de plataforma para ganar enteros, ser más protagonista, y sobre todo, tomar el papel de jugador capital. Con la necesaria reestructuración llevada a cabo en la plantilla, Brugué era uno de esos futbolistas sobre los que más confianza podíamos tener. Y no es una confianza gratuita. El jugador lo demostró con hechos. Su aterrizaje ha de ser tomado como una gran noticia.

Donde si que se ha abierto un debate, sano por supuesto, es en la portería. Hace unas semanas destacaba la eclosión de Joan Femenías. El arquero balear tuvo la compleja misión de tener que custodiar la meta granota en el tramo decisivo de la pasada campaña por la lesión de Cárdenas. La salida de este último hacia el Rayo lo dejaba sin casi competencia y de ahí que el Levante confiara en el veterano arquero murciano. Sin ninguna acción chirriante, sin ningún fallo escandaloso, Calleja apostó por dar la titularidad a Andrés en detrimento de Joan. Respondió bien el ‘debutante’, en un choque que tampoco le exigió al límite. Siempre he sido de la opinión de que en un puesto como la portería, hay que definir muy bien al titular del suplente, es solo un punto de vista. Otros técnicos apuestan por la alternancia como en cualquier otra demarcación. La decisión no es fácil. El gran beneficiado es el equipo que ahora mismo presume de tener a dos porteros que cumplen de sobra. Habrá que ver la evolución del año. Echando mano de la memoria recuerdo aquella época de Munúa y Keylor Navas. Dos porteros de alto nivel que fueron la antesala de una fase exitosa para el club. En un momento bien distinto, ojalá Fernández y Femenías puedan marcar el inicio de algo muy grande. Ahora nos queda el morbo de conocer la decisión de Calleja mañana. Femenías o Andrés Fernández. Hagan sus apuestas.

En todo este meollo deportivo, la actualidad social sigue su curso. Es duro conocer de primera mano los números inquietantes que presentan las arcas del Levante y la importante deuda que se arrastra. Los movimientos y las declaraciones de intenciones han sido muchas, pero echo en falta la puesta en marcha de ellas. Hay mucho en juego y urgen las soluciones. No hay ni un minuto que perder.

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