Lim no puede dejar tirados a Baraja y a Mir

Rubén Baraja

Rubén Baraja / EFE

Andrés García

Andrés García

Muchos meses reclamando una videollamada de Peter Lim a Baraja para agradecerle la salvación y todo el rendimiento que le está sacando a los jóvenes y al final con lo único que se ha encontrado el Pipo es con la venta de Paulista en plena temporada. Lo que en un club normal sería una felicitación, en el Valencia de Meriton ha acabado siendo un manotazo en toda la cara del dueño a su entrenador. Uno más en la lista de desprecios a sus técnicos. Le pasó a Marcelino, a Javi Gracia, a Bordalás, a Gattuso y le pasará al que venga después de Baraja. ¡Eso es lo más importante ahora! Que pase muchísimo tiempo hasta que traigan al sustituto del Pipo. Y tal vez eso dependa en buena medida de lo que pase hoy en el último día del mercado de invierno. El Valencia no puede permitirse el lujo de no fichar a Rafa Mir. Por respeto al futbolista, que lleva mucho tiempo esperando la llamada del club, pero sobre todo por respeto a Baraja. Enero ha abierto una herida entre el Pipo y Singapur. Ahora hay que cruzar los dedos para que esa herida no se haga más grande. Lim no puede dejar tirado hoy al Pipo. Está obligado a fichar al delantero que quería desde verano. Está obligado a tener un gesto con él. Aunque solo sea un paripé. Aunque en realidad solo esté pensando en hacerle un favor a Jorge Mendes. Por si alguien no lo sabía, el futuro del Pipo está en juego. Solo hay que repasar sus últimos mensajes a Singapur sobre «proyecto». PRO-YEC-TO. 

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