Los afectados merecen toda la ayuda del deporte

Los clubes de la ciudad están obligados a aprovechar su repercusión y su capacidad de atracción para generar más ayudas a los damnificados. Los amistosos son una opción 

Flores frente a las dos torres del incendio de Valencia

Flores frente a las dos torres del incendio de Valencia

Andrés García

Andrés García

La ciudad de Valencia continúa consternada por la tragedia de Campanar. La Policía Científica encontró ayer por la mañana el décimo cadáver en el edificio incendiado de Maestro Rodrigo. Una cifra de fallecidos que coincide con las diez personas que los Bomberos tenían identificadas como ilocalizables. El dolor, la tristeza y el silencio se han apoderado de las calles de una ciudad que está de luto por las diez víctimas y que se ha volcado desde el primer día con todos los afectados. «No aceptamos más donaciones», decía un cartel en la puerta de uno de los puntos de recogida. La generosidad del pueblo valenciano ha sido ejemplar a todos los niveles. El mundo del deporte no ha sido ajeno a esta lección de solidaridad. 

El deporte valenciano se ha volcado con los afectados. Y no solo con comunicados oficiales mostrando sus condolencias por las víctimas del incendio, dando fuerza a los damnificados o agradeciendo la encomiable labor de los servicios de emergencia. Los clubes de élite de la ciudad pasaron a la acción desde el primer instante. El Valencia y el Levante, por ejemplo, proporcionaron ropa deportiva a los afectados y se pusieron a disposición de las instituciones y servicios de emergencias para ayudar ante cualquier necesidad.

La entidad de Mestalla también se interesó por sus abonados afectados a través de las llamadas de su exjugador y ahora embajador del club Vicente Rodríguez. Valencia Basket y Maratón Valencia también se sumaron a las condolencias, al igual que muchos de los clubs y las federaciones de diferentes disciplinas deportivas repartidos por toda la ciudad. El fútbol base y amateur de la Comunitat Valenciana, las carreras populares en la ciudad o las partidas de Pelayo también fueron suspendidas como muestra de luto. Además de los aplazamientos, la jornada deportiva está marcada este fin de semana por muestras de cariño, minutos de silencio, así como brazaletes y crespones negros.

La solidaridad del deporte valenciano ha sido brutal. Lo que pasa es que la situación de los afectados es tan dantesca que cualquier ayuda es poca. La tragedia de Campanar no se puede obligar con el tiempo. Los clubes grandes de Valencia están obligados a aprovechar su repercusión y su capacidad de atracción para generar más ayudas a los damnificados por el incendio.

Una de las posibilidades que la ciudadanía está demandando a través de la redes sociales es la disputa de amistosos con el objetivo de recaudar fondos para los afectados. La propuesta popular ha llegado a los oídos de Valencia y Levante, aunque todavía no se ha tomado ninguna decisión al respecto. Los clubes lo valorarán en los próximos días. Pueden ser de gran ayuda. Campanar se lo merece.