La nueva 'vida' de Cristiano Piccini

Las lesiones están siendo punto del día en la rutina del Valencia CF durante las últimas semanas. El tráfico en la enfermería no disminuye con futbolistas que entran y salen constantemente. Racic, Thierry y Paulista han sido las últimas víctimas.

Por encima del resto, si hay un jugador que ha sufrido por los dichosos problemas físicos, ese es Cristiano Piccini. Desde su llegada a la Capital del Turia en el año 2018, el lateral italiano ha competido en más ocasiones por abandonar la enfermería que en el propio campo. El pasado sábado ante el Villarreal, Piccini pudo disputar los nueve minutos finales del encuentro que le sirvieron para debutar esta temporada.

La carrera de Cristiano siempre ha estado acompañada de pequeñas lesiones musculares que han ido torpedeando sus pasos por el Sporting de Portugal, Valencia CF y Atalanta. Sin embargo, fue cuando afrontaba su segunda temporada en las filas del conjunto blanquinegro cuando la carrera del potente lateral cambió por completo. Se fracturó la rótula durante un entrenamiento a comienzos de la temporada 2019/2020 y comenzó un calvario que vivió entre Valencia y Bérgamo, jugando únicamente cinco partidos en los últimos dos años y medio.

Su participación en la victoria por dos goles a cero ante el submarino amarillo supone la enésima oportunidad que se le presenta en su carrera para cerrar un capítulo que parece interminable. Y es que, más allá de la 'espinosa' lesión de rodilla, Piccini también ha sufrido numerosas pequeñas lesiones musculares debido a la inactividad, que han lastrado aún más su recuperación.

Precisamente la última fue la que le impidió comenzar la temporada junto al resto de sus compañeros. Una lesión en el isquio que le ausentó durante las once primeras jornadas de la presente liga. Desde la llegada de Bordalás, alternaba entrenamientos con el grupo con otras muchas sesiones en solitario, dando la sensación de que su vuelta al césped de Mestalla no se iba a producir.

La lista de 'tocados' en el Valencia

El sábado se puso de manifiesto que Piccini se ha ganado el cariño tanto de la afición como del cuerpo técnico a base de esfuerzo. Su trabajo en salir de cada situación difícil y su empeño en nunca 'tirar la toalla' han calado en Mestalla, que el pasado sábado tuvo un motivo más para marcharse feliz a casa, aparte de la victoria.