El análisis: Una victoria metiendo ‘la directa’

El Valenica celebra el gol de la victoria contra el Elche

El Valenica celebra el gol de la victoria contra el Elche / JM López

El Valencia tumbó al Elche en un final de infarto y consiguió sumar su segunda victoria consecutiva, situándose más cerca de los puestos europeos. Los de José Bordalás fueron superiores durante prácticamente todo el partido, pero el hecho de perdonar un gran número de ocasiones estuvo cerca de jugarle una mala pasada. La aparición de Cristiano Piccini, no obstante, llevó las aguas a su cauce y confirmaron un triunfo merecido por cantidad de acciones generadas y aportar mayor sensación de peligro.

El combinado valencianista planteo el encuentro regresando al 1-4-4-2 después de varios encuentros formando con un trivote en el centro del campo. El técnico se decidió a apostar por jugar con dos puntas de nuevo y no varió el esquema en ningún momento, buscando tener un gran peso ofensivo sin descuidar las ayudas y la ocupación del campo.

En sintonía con lo que viene siendo habitual este curso, el conjunto blanquinegro rehúso de llevar el peso del partido a través de la posesión (de hecho tuvo menos que su rival con un 43 por ciento de media) y atacó con un juego directo, llegando a las 53 acciones ofensivas realizadas y finalizó la friolera de 38 con un remate, unos guarismos ofensivos muy elevados.

El equipo optimizó el uso de la posesión, de hecho en el 57 por cien de las veces que tuvo el balón logró superar el centro del campo y en el 19 se plantó en el área pequeña. El equipo fue muy vertical y buscó plantarse en campo rival en pocos toques. Es cierto que las posesiones largas (de entre 20 y 45 segundos) subieron ligeramente respecto a otros encuentros, pero nuevamente las breves (de 0 a 10 segundos) destacaron por encima del resto. En cuanto al ataque posicional, por otra parte, el Valencia planteó 34 ataques y cerca de un tercio acabaron con un remate (mejor dato de la temporada para el Valencia).

Una imagen de archivo del Valencia-Elche

Una imagen de archivo del Valencia-Elche / JM López

Todo esto derivó en una importante cifra de goles esperados (xG, es decir, tantos que se espera que el equipo marque en relación a las acciones de peligro generadas) que se situó en 1.84, mejor dato de producción ofensiva del Valencia CF desde el encuentro contra el Deportivo Alavés en Mestalla. Este dato se sostiene en que el equipo firmó su mejor dato de tiros de la temporada y firmó un 24 centros con un 58.3 por cien de efectividad. La banda derecha, además, fue la principal protagonista del ataque valencianista con un 51 por cien de los ataques (41 por la izquierda y solamente el 8 por el centro, manifestando un importante poderío en el juego exterior).

Buen nivel defensivo

Si a nivel ofensivo estábamos ante un partido con elevada producción, a nivel defensivo las métricas fueron también satisfactorias. Los duelos cayeron a nivel general del lado ilicitado, no así los aéreos en donde destacó Maxi Gómez con 8 y un 63 por cien de efectividad. La intensidad del pressing fue constante, con unos datos muy meritorios y un promedio total de 5.5 pases permitidos al rival por cada posesión. Se refleja la intensidad al igual que en las 73 recuperaciones, 23 de ellas en campo rival.

El Valencia fue superior casi todo el encuentro, pero el Elche tuvo un tramo en el que se apoderó de la contienda e hizo temer a los blanquinegros por una victoria que parecía sencilla por la superioridad mostrada. Del minuto 60 al 81 los valencianistas aumentaron la distancia entre líneas en hasta diez metros, dando lugar a una estructura menos compacta de la que se aprovechó el equipo de Francisco para aumentar su precisión en el pase y generar más acciones de peligro. De hecho cuatro de sus siete tiros los realizó en este periodo de veinte minutos.

Superado este impasse, el equipo de Bordalás corrigió los desajustes y aún así tuvo que sufrir en el tramo final la ocasión más clara de los franjiverdes, pero Cillessen salvó milagrosamente a escasos milímetros de que el balón cruzase la línea.