Última llamada para los pasajeros al tren de Europa

Bordalás busca el equilibrio entre mantener su nivel defensivos y volver a ser muy productivo de cara a gol

La previa del Elche-Valencia, en Paterna

La previa del Elche-Valencia, en Paterna / Francisco Calabuig

Pau Pardo

Pau Pardo

Empieza la recta final de la temporada con las últimas diez jornadas. Con un déficit de ocho puntos con respecto a la séptima plaza que, si el Valencia CF no logra ganar la Copa del Rey, dará acceso a competiciones europeas. El margen de error es ya muy estrecho y el equipo de José Bordalás está obligado a tomar velocidad de crucero si quiere tener opciones de apurar la vía Liga para jugar Europa. El Viejo Continente no espera y el Martínez Valero supone una piedra de toque muy complicada y que va a poner a prueba las posibilidades reales del equipo de luchar hasta el final por este objetivo. 

El Elche es un equipo que cotiza al alza desde la llegada de Francisco Rodríguez al banquillo. Los franjiverdes han puesto en apuros a grandes equipos como el FC Barcelona y especialmente en su casa hacen los partidos muy largos, consiguiendo estar metidos en todo momento y rentabilizar al máximo sus goles. No es un encuentro apto para desconexiones, el Valencia está obligado a dar el cien por cien si quiere conseguir el triunfo. 

El equilibrio es la gran asignatura pendiente del equipo y que el técnico trabaja para conseguir. Los últimos partidos han servido para poner fin a la sangría defensiva, lo que ha sido el principal lastre del conjunto valencianista esta temporada, pero a costa de perder algo de lustre en ataque.

Encuentros como el de Mallorca o Getafe han sido exhibiciones defensivas de la escuadra de Bordalás, pero los disparos a portería han sido más bien escasos. Hoy el Valencia se presenta en Elche con el propósito de ser capaz de generar más acciones de peligro sin perder el gran trabajo que vienen realizando en la línea de retaguardia. 

Con bajas atrás

El principal hándicap será, nuevamente, lidiar con las ausencias en defensa. Gabriel Paulista no está al cien por cien después de haber acumulado muchos minutos recién recuperado de su lesión y desde el cuerpo técnico está prefiriendo mantener la cautela para que pueda estar a tope en el tramo decisivo y no forzar una recaída que le saque de la final de la Copa del Rey. El hispanobrasileño estaba siendo uno de los principales argumentos del equipo para encontrar la solidez defensiva, contando por porterías a cero todas sus apariciones. El otro gran factor, la defensa de tres. Repetir el sistema dependerá de si el técnico apuesta por dar cabida a Cömert o retrasa la posición de Hugo Guillamón o, por contra, decide pasar jugar con una defensa de cuatro.

Tampoco estarán Toni Lato, José Luis Gayà ni Thierry Rendall, por lo que ganan enteros las opciones de Jesús Vázquez y Dimitri Foulquier, ya que la única alternativa es apostar por Yunus Musah como carrilero diestro. En la portería repetirá Giorgi Mamardashvili, ya que a pesar de que Japser Cillessen ha entrenado con el grupo los últimos días de la semana, todavía no está para regresar. El parón, que llegará después de medirse a los ilicitanos, servirá para recuperar a la mayoría de lesionados.