La Mascletá de la ilusión por Europa

La lluvia no frenó ni la pirotecnia en el Ayuntamiento ni a un Valencia que resistió el oficio ‘azulón’ y sumó tres puntos que casi obligan a soñar con la séptima plaza

El Valencia ha necesitado ocho jornadas menos que la temporada pasada para sumar 40 puntos

El Valencia ha necesitado ocho jornadas menos que la temporada pasada para sumar 40 puntos / F. Calabuig

Rafa Jarque

Rafa Jarque

Ni la lluvia ni el mal tiempo evitaron que ayer Valencia vibrara con la Mascletá. O mejor dicho con las Mascletás. La de la Plaza del Ayuntamiento y la que se vivió en Mestalla. Ambas comenzaron a las 14:00 y ambas desataron la ilusión de la ciudad y del valencianismo, que empieza a ver como el objetivo de Europa, aunque sigue siendo de lo más complicado, es cada vez más realista. Por lo pronto, la victoria ante el Getafe permite al equipo de Rubén Baraja alcanzar los 40 puntos, cifra simbólica para sellar la salvación, aunque poca preocupación por el descenso podía sentir el Valencia ya.

Nunca ha sido lo normal en la capital del Turia sentir ilusión por terminar la temporada en séptima posición, pero este es el Valencia de Meriton y lamentablemente es la cota más alta a la que se puede aspirar. La afición lo sabe, es algo que tiene asumido mientras Lim tenga la mayoría accionarial del club y por eso es inevitable sentir alivio con el trabajo del equipo esta temporada. Sobre todo porque la plantilla sigue compitiendo a nivel de las mejores siendo, sin embargo, una de las más cortas e inexpertas del campeonato español. El mérito es inmenso, tanto de los futbolistas que se visten de corto cada fin de semana como de su valedor, motivador y preparador Rubén Baraja, que sigue sacando puntos adaptándose a cada circunstancia y situación.

El de ayer fue un partido ‘máster’, uno más, para una plantilla tan joven. El Getafe es uno de los equipos más incómodos del campeonato y su oficio, que trae de la mano de un viejo conocido como es José Bordalás, es su principal argumento para sacar los partidos adelante. Ayer el equipo azulón se topó con una respuesta magnífica de un equipo que no negocia ser competitivo. Los de Baraja igualaron la intensidad del Getafe y a partir de ahí construyó una victoria que terminó cogiendo forma con el decimosegundo gol en liga de Hugo Duro, que sigue erigiéndose como un de los atacantes más peligrosos de LaLiga.

Los jugadores del Valencia celebran un gol de Hugo Duro

Los jugadores del Valencia celebran un gol de Hugo Duro / F. Calabuig

Va por Diakhaby ‘La quinta del Pipo’ ha demostrado en muchas ocasiones que no necesita ninguna motivación extra para salir cada partido al cien por cien. Sin embargo, el de ayer era un partido especia, el primero sin Diakhby tras su espeluznante lesión. Valencia y Getafe saltaron al césped con una camiseta de apoyo al franco-guineano al son del “Diakhaby te quiero” que cantaba Mestalla, la grada de animación también le mostró cariño con un par de pancartas y Hugo Duro, tras anotar el 1-0 definitivo, mostraba la camiseta del ‘4’, con la que siempre se ha dejado la piel por el Valencia. El fútbol puede ser muy injusto, con Diakhaby lo ha sido y el de ayer es un triunfo especialmente dedicado al defensa valencianista.

Y con las emociones a flor de piel, por ver Europa de cerca, por Diakhaby y por una ciudad que celebra estas semanas las Fallas, al Valencia le quedan 10 jornadas. Nueve más el partido aplazado ante el Granada. Diez finales para dejarse la piel, en la misma línea de toda la temporada, y por qué no, meter miedo a rivales supuestamente superiores con que los de Mestalla son tan candidatos como el resto para jugar Europa el año que viene. Todo ello, por cierto, supeditado a la final de la Copa del Rey. Y es que si el Mallorca de Toni Lato es quien levanta el cetro, serán los bermellones los que se conviertan en un equipo internacional y la séptima plaza dejará de dar acceso a Europa.

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