Opinión

Los últimos de Filipinas

Athletic, Barça y Madrid intentaron hasta el último momento que no se celebrara la asamblea en la que se ha conseguido que la gran mayoría apoyara el proyecto de CVC

Votación de los clubes sobre el CVC

Votación de los clubes sobre el CVC

No se preocupen, que no voy a hablar de batallitas, tal si fuera un abuelito, aunque lo de Filipinas no me tocó ni de lejos... Se trata, no obstante, de recrear con ese dicho, que ya se utiliza para cuando quedan pocos en una posición, lo que está acaeciendo en el fútbol español. Y es que este viernes se ha aprobado la llamada Liga Impulso, que es ni más ni menos, dicho en forma sencilla, que la que se avecina con las aportaciones económicas del fondo CVC. Tres clubes, esos últimos de Filipinas, el Athletic de Bilbao, el FC Barcelona y el Real Madrid, intentaron hasta el último momento que no se celebrara la asamblea en la que se ha conseguido que la gran mayoría apoyara el proyecto.

El Consejo Superior de Deportes, a petición de estos tres, dictaminó, con el apoyo de la Abogacía del Estado, que no podía anular la asamblea y, así pues, se celebró con el resultado que sabemos: la aprobación de esa ayuda de CVC y el reparto entre los clubes de un dinero que servirá no para fichajes sino para nivelar las deudas y acometer proyectos.

Sin embargo, no fueron los tres ya nombrados los que votaron en contra, sino también el Ibiza y un quinto del que, hasta ahora y cuando escribo esto, no se ha sabido quién era. Pero esto es solo una primera etapa de lo que va a ser un largo camino jurídico.

Y es que, como casi todo en el fútbol actual, se está judicializando, por mor de los encontronazos entre las distintas sensibilidades y, siendo más claro, entre quienes no comulgan con la Liga y pretenden volver a un estado anterior a los acuerdos globales que, mal que bien o al revés, se han ido produciendo en las últimas décadas.

Tres clubes de LaLiga, en contra

Así, Madrid, Barcelona y Athletic ya han anunciado que acudirán a los tribunales ordinarios para impugnar el acuerdo asambleario. El Consejo Superior de Deportes se consideró incompetente para la petición de los tres y su presidente, José Manuel Franco, solo ha salido a la palestra para indicar que es necesario un consenso, un acuerdo entre todos, etc...

Sí, eso es lo que todos desearíamos, pero es bastante crédulo el Sr. Franco si cree que con esas palabras de aliento va a conseguir parar la pelea por el dinero y el poder, que de eso, al fin y al cabo, se trata aquí, como (casi) todo en la vida. La RFEF también ha metido baza y considera ilegal ese acuerdo con el fondo CVC, así que la cancha de juego está más que embarrada. Los clubes que han aprobado el acuerdo asambleario están por la labor, ya que va a suponer un balón de oxígeno inmediato que les permitirá respirar y contemplar el futuro con mayor optimismo.

Sin embargo, del otro lado, se estima ilegal el acuerdo y, sobre todo, que se están otorgando derechos a tan largo plazo que no les parece que, al final, ese matrimonio sea tan beneficioso. Pero algunos clubes están agobiados y más de uno está esperando dinero para poder pagar deudas que les impida ser sancionados (por la FIFA en algún caso) deportivamente.

No es un simple artículo como éste el que permite comprender todo lo que está detrás de las dos posiciones contradictorias pero sí hemos de tener claro que los embates legales (aparte de los que se dedican, verbalmente, un día sí y otro no, los contrincantes más avezados...) no han hecho sino comenzar. Mientras vemos los toros desde la barrera (ojo, y sí nos afecta, pero poco podemos hacer los simples aficionados) recomiendo un muy ameno libro de relatos breves de Vicente Leñero (así se llamaba, no es broma), titulado «Mucho más gente así». A disfrutar antes de Navidades.