Opinión

Es el tiempo del dinero en el Valencia, no de políticos buscando votos

A Peter Lim se le sacará del Valenciacon dinero, comprando sus acciones, asumiendo la deuda y poniendo lo que haya que poner

PROTESTA DE LA AFICION DEL VALENCIA A LAS PUERTAS DE MESTALLA DURANTE EL ÚLTIMO PARTIDO DE LIGA FRENTE AL CELTA

PROTESTA DE LA AFICION DEL VALENCIA A LAS PUERTAS DE MESTALLA DURANTE EL ÚLTIMO PARTIDO DE LIGA FRENTE AL CELTA / EDUARDO RIPOLL

En el Valencia ha llegado el tiempo del dinero. La movilización social ha hecho una labor estratosférica, pero, si ahora no hay apoyo del capital, esa lucha habrá servido de poco. Esa es la triste realidad de las sociedades anónimas deportivas. En paralelo y aunque sigo manteniendo mis diferencias en algunos aspectos―, la tarea de Libertad VCF en cuanto a aglutinar el 5% de acciones es algo clave, porque se debe fiscalizar no sólo a Meriton, sino también al que pueda venir después. 

Desde luego, de lo que no es tiempo, es de políticos buscando votos, ni de las soluciones mágicas que éstos habrían podido ofrecer desde 2015 y que, debe ser, las tenían todas en el cajón. A Lim se le sacará del Valencia con dinero, comprando sus acciones, asumiendo la deuda existente y poniendo lo que haya que poner para terminar el campo y armar un equipo con opciones de volver a la Champions League. Eso no lo podemos hacer los valencianistas «de a pie», porque no tenemos capacidad, y sería absurdo pensar lo contrario. De ninguna de las maneras podríamos reunir el dinero que hace falta, aunque Lim pusiera un precio «asequible» a su 90% del paquete accionarial. Es de sentido común. Debemos verlo, asumirlo y, sobre todo, reconocer que a esto sólo puede ponerle remedio quienes puedan de verdad hacer algo. Se trata de un tema empresarial, de capital, de inversores o, incluso, de fondos. Repito: con ese 5% siempre listo para fiscalizar, pero de la mano de alguien que tenga la capacidad financiera para poder afrontar todos los problemas que tenemos, que son numerosos y de mucho nivel. 

Podemos negar la mayor, podemos enrocarnos con el tema de la democratización del Valencia, podemos seguir pensando en un fútbol que no es de este tiempo, pero eso no va a pagar la deuda, no va a terminar el campo ni va a fichar jugadores. Y no, no me gusta ser una SAD. Aquello fue una encerrona que le hicieron a Arturo Tuzón y que don Alberto de Miguel y don Vicente Andreu (con el que luego he discutido mil veces) no pudieron evitar, y por lo que se gastaron ingentes cantidades de dinero de su bolsillo. Somos muchos los que conocemos bien la historia de nuestro club. Si todo el valencianismo que se ha movilizado este tiempo, y que lo seguirá haciendo, no percibe que pasan cosas relevantes o sientan claros los pasos de un cambio, se resentirá. Es lo normal. Y esto no significa que nadie tenga que ceder en sus objetivos y sus deseos. 

Y es que hay que hacer los números del pasado sábado desde muchos ángulos. Casi 10.000 fuera y casi 6.000 dentro, pero decenas de miles en sus casas porque, o bien pasaban, o bien están hartos de toda esta situación. Sí, es una visión muy perra de la realidad, pero, objetivamente, es indiscutible, como así lo es la gloria que merecen todos los que movieron al personal. 

Necesitamos dinero, necesitamos inversores, o fondos, necesitamos que Lim venda, necesitamos que haya un proyecto de alguien que sepa dónde viene y para qué. Y necesitamos aceptar esta regla del juego; este paso también es muy importante, porque no sólo nos vale con «echar» a Lim sino que, además, tenemos que saber cómo interpretar el papel de esos suegros que ven entrar al yerno o a la nuera por primera vez en casa. 

Y, volviendo a lo de antes y como ya he dicho, el cambio han de propiciarlo quienes pueden, quienes tienen acceso a ciertos círculos, quienes están en posición de traer el tipo de perfil que se necesita para una transformación de este calado.

La movilización social era un paso clave, porque es verdad que la sensación de aletargamiento estaba presente, pero eso ha durado lo que ha durado, y el aficionado poco más puede hacer, porque ya se ha puesto en marcha con todo lo que tiene. Es tiempo del dinero, de nada más. E insisto: los políticos bien lejos, pero mucho, que a unos meses de unas elecciones autonómicas y municipales todos sabemos que el Valencia es un nicho de votos maravilloso, abundante y, además, agradecido. 

Lleváis meses discutiendo entre vosotros, políticos, y no os habéis puesto de acuerdo en nada. Aplicad las leyes, la normativa vigente, pero no os metáis a decidir nada de lo que pueda depender el futuro de mi club, de nuestro club; porque, si estamos así, es porque una vez, otros políticos ―-pero políticos a fin de cuentas-― hicieron de su capa un sayo y manejaron a su antojo. Hay a quien sí, pero a mí no se me olvidará. Nunca. 

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