El control y la gestión marcan el camino

Los de Gattuso se encontrarán a un rival herido, último en la tabla y con la inyección de intensidad que supone la llegada de un nuevo entrenador

Almeida y Lino, durante un partido

Almeida y Lino, durante un partido / Francisco Calabuig

El Valencia se encontrará a un rival herido, último en la tabla y con la inyección de intensidad que supone la llegada de un nuevo entrenador. El equipo franjiverde necesita una victoria de manera urgente y saltará a Mestalla extramotivado. Por tanto, el primer paso -tal y como se ha encargado de recordar en sala de prensa Gattuso-, será, como mínimo, igualar la intensidad de los de Almirón. Sin eso, imposible imponer un plan.

Superioridad en el medio

Se espera que el Elche salga a Mestalla con 5-4-1. Es el sistema que viene utilizando el equipo ilicitano y el mismo por el que apostó Almirón en el arranque de temporada 20-21. En este contexto de partido, hacer valer la superioridad en el centro del campo del Valencia se antoja fundamental. El trivote Nico-Ilaix-Almeida, con Kluivert y Lino apoyando para hacer el 3+2 y recibiendo entre líneas y generando superioridades, marcaran el guión del partido. Si el Valencia es capaz de imponerse en esta faceta, dominará el juego y se instalará en campo contrario.

Control

Uno de los mayores peligros del Elche es el contraataque. Por tanto, se equivocaría el Valencia en tener prisa para llegar a la portería contraria. Para evitar los contraataques, el equipo ha de organizarse en torno a la pelota. Suele ser un buen negocio para los equipos que quieren tener protagonismo en el partido, ya que te lleva a estar bien situado para realizar la presión tras pérdida. Un buen manejo de balón, con criterio, lleva a un mejor posicionamiento en campo contrario y a su vez a una mejor presión en campo contrario y a recibir menos contraataques. Gattuso lo tiene claro, y al equipo le viene faltando un poco de calma para gobernar el encuentro cuando hay que hacerlo. Ante el Osasuna, después de realizar un gran partido, el equipo pecó en los minutos finales de no saber gestionar esa ventaja y acabó sufriendo. En el duelo ante el Elche, que tratará de robar y salir rápido jugando lo más vertical posible, no se puede pecar de precipitación. Si el equipo valencianista no está preciso con el balón y pierde más balones de los que debe, sufrirá mucho en las transiciones ofensivas del equipo franjiverde.

Profundidad

Ante un Elche que tratará de hacerse fuerte en el medio, los desmarques al espacio de Samuel Lino y Justin Kluivert pueden decantar el partido. Tanto el holandés como el brasileño tienen un gran repertorio de movimientos y además de ser capaces de ir a recibir al pie y participar en la creación, también lo son de romper al espacio. Ambos hicieron gala de ello en el duelo ante Osasuna, uno marcando un gol y el otro provocando un penalti. Además, ambos jugadores tienen un gran uno contra uno que debe aprovechar el equipo de Gattuso para ganar duelos, avanzar metros y servir balones a un hambriento Cavani. Inestimable también serán las subidas de Gayà y Thierry en este aspecto del encuentro para generar el ‘dos contra uno’ en banda o para ocupar el carril cuando Lino y Kluivert se internen entre el central y el lateral.

Balón parado

Las acciones a balón parado decantan infinidad de partidos y cobran más importancia cuando tu rival ha marcado dos de sus cuatro goles en esa faceta. Además, la baja de Diakhaby, que está siendo el mejor central esta temporada, debilita al equipo de Gattuso en ese aspecto. El técnico italiano habla de mentalidad. Una mentalidad que debe transformarse en concentración en todas las acciones, ya que el mayor peligro rival vendrá por vía aérea.