El Fair Play dicta la hoja de ruta en el mercado del Valencia

El cuadro de Mestalla va a cerrar una venta que alivia en gran parte las cuentas del club, pero todavía no permite la ‘libertad’ total para fichar

El club necesita 25 millones de beneficio neto en ventas de jugadores para no tener restricciones

Amallah, objetivo del Valencia CF

Amallah, objetivo del Valencia CF / EFE

Rafa Jarque

Rafa Jarque

El Valencia CF está a un paso de ingresar una suculenta cantidad de dinero con la salida de Yunus Musah. El norteamericano ya está haciendo las maletas rumbo a San Siro para convertirse en nuevo jugador del Milan a cambio de 20 millones de euros, cifra que finalmente alcanzará el equipo rossonero tras varias semanas de duras negociaciones. La operación da un respiro a las delicadas cuentas del club, sí, pero ni mucho menos dota al Valencia de dicha cantidad para operar de ahora en adelante en el mercado. Es decir, el cuadro de Mestalla no dispone de esos 20 millones de euros en caja para fichar. 

La explicación, clara pero no sencilla, reside en la norma del Fair Play Financiero (FPF) impuesta por LaLiga. Cierto es que el club dio un paso adelante a principios del verano confirmando que habían logrado el tan ansiado equilibrio con el FPF. Eso les permitía dejar de estar excedidos y, por tanto, dejar atrás la ‘correa’ de LaLiga que únicamente les permitía reinvertir el 25 por ciento del montante que se liberaba con las salidas. Sin embargo, el Valencia todavía tiene que lidiar con un matiz más que hasta ahora se desconocía pero que marca la hoja de ruta en lo que resta de la ventana de traspasos. 

Y es que, para poder actuar con total libertad, la entidad de la capital del Turia necesita una cantidad de beneficios netos por ventas de jugadores de 25 millones de euros. Mientras no se supere, el Valencia solo está capacitado para reinvertir la ficha del jugador que se libera y su amortización. El objetivo no está lejos. De hecho, los 20 millones que deja Yunus en caja sitúan al Valencia a tiro de piedra de la ‘libertad’. Y es que a dicha cantidad hay que sumar el ‘pellizco’ de dos millones que recibió el club por el movimiento de Fran Navarro, que se marchó al Oporto este mercado. Así pues, el beneficio neto actual es de 22 millones, a solo tres de los 25 necesarios. Una vez se alcancen, si se logra, el escenario sería el siguiente: de cualquier hipotética venta, el beneficio neto de dicha operación se sumaría íntegramente al margen del Valencia CF para inscribir jugadores. Sin limitaciones ni porcentajes. Pero lo dicho, eso ocurrirá siempre y cuando el club alcance 25 millones de beneficios netos en ventas de futbolistas (actualmente presenta 22 ‘kilos’).

Jugadores a la espera

Son varios los jugadores que esperan que el Valencia reconduzca su situación. El primero Sergi Canós, que está presionando para jugar en Mestalla. De momento el Valencia no llega a las bajas peticiones económicas del Brentford, aunque la venta de Yunus podría ayudar al desbloqueo. Quien está más cerca de convertirse en el segundo fichaje es Amallah. La operación del marroquí tampoco exige mucho dinero y el ‘intercambio’ con Marcos André facilita las cosas. Puede ser el siguiente. El siguiente punto en la hoja de ruta sería el del ‘9’, con Rafa Mir en la recámara. Con el exvalencianista sí es necesario que el Valencia alivie aún más su situación financiera.