"Mis equipos siempre han hecho un buen juego"

Gattuso se acordó de su intensa etapa valencianista en su presentación como nuevo técnico del Olympique de Marsella

Gennaro Gattuso fue presentado junto a Pablo Longoria como nuevo entrenador del Olympique de Marsella

Gennaro Gattuso fue presentado junto a Pablo Longoria como nuevo entrenador del Olympique de Marsella / OM

EFE

El italiano Gennaro Gattuso abordó, durante su presentación como nuevo técnico del Olympique de Marsella (OM), el conflicto con la hinchada radical que ha puesto al club al borde del precipicio y dijo que el antídoto es ir «partido a partido».

«Como solo vivimos una vida, no podía decirle ‘no’ al Marsella, a pesar de las dificultades», manifestó el campeón del mundo de 2006, en alusión a la volcánica situación del OM, en el que hinchas y dirección han entrado en un choque que se cobró al entrenador español Marcelino García-Toral, tras sólo 7 encuentros.

El antiguo técnico del Milan, del Nápoles y del Valencia confesó que le comentó en tono de broma a su nuevo presidente, Pablo Longoria, que «estaba listo a llevarse una bofetada» al llegar a Marsella.

«Es duro, pero hay que ganar partidos, no hay que centrarse en la contestación sino en el futuro», indicó el entrenador italiano, quien insistió en «la única esperanza es el partido a partido», una fórmula popularizada por técnicos como Diego Pablo Simeone, entrenador del Atlético.

Gattuso, de 45 años, aclaró que su manera de entrenar no se parece a la manera agresiva que le caracterizaba como jugador.

«No me considero un duro. Hablo con los jugadores, soy transparente. A ellos les gusta cuando se les dice la verdad. Digo lo que pienso, soy honesto. He entrenado 6 meses al Valencia y mis equipos siempre han hecho un buen juego. Tal vez la cosa en la que tengo que mejorar es mi relación con los dirigentes», afirmó, entre sonrisas.

El técnico elogió, además, el estadio Vélodrome de Marsella, cuya efervescencia le recuerda a la de los recintos sudamericanos. «Es de los pocos estadios europeos que se parecen a los de Sudamérica, donde se mueve todo», agregó.

El Olympique de Marsella, único club francés en ganar una Champions (1993), vive una complicada temporada tanto en lo deportivo, en la que fue eliminado de la Liga de Campeones en la fase previa, como en lo institucional, pues la dirección encabezada por Longoria estuvo a un paso de dimitir por las amenazas de los ultras.