Yaremchuk da la razón a Baraja

El delantero está recuperando su estatus internacional perdido a base de goles y se acerca a aquel ‘9’ en el que el Pipo confío después del fichaje frustrado de Rafa Mir

Yarenchuk celebrando su gol ante el Real Madrid

Yarenchuk celebrando su gol ante el Real Madrid / JM López

Andrés García

Andrés García

Roman Yaremchuk atraviesa el mejor momento de la temporada. El delantero del Valencia CF ha recuperado su estatus internacional a base de fútbol y goles. Su rendimiento con el club y con la selección de Ucrania cotiza al alza. Su último gol al Madrid en Mestalla a los ojos de todo el mundo y su brillante actuación del jueves en la repesca de la Eurocopa le están permitiendo recuperar su viejo cartel de delantero importante del fútbol europeo. Roman está todavía lejos de su mejor versión, pero sus últimos meses de competición le han permitido acercarse a aquel nivel perdido. El internacional ucraniano está más cerca de ser ese delantero en el que Rubén Baraja creyó el pasado verano después del fichaje frustrado de Rafa Mir. Ha tardado, pero el tiempo le está dando la razón al Pipo

Baraja eligió a Yaremchuk por delante del resto de perfiles que le ofrecía el mercado de delanteros a los que podía acceder el club. El bajo rendimiento del ucraniano en sus tres primeros meses de competición invitó a pensar que el Pipo había tomado una decisión equivocada. Sin embargo, el técnico nunca desistió y, lejos de darlo por perdido, creyó en Roman hasta el final. «Seguro que va a crecer y va a dar una mejor versión para dar su mejor nivel como también la esperamos de Yaremchuk», dijo intencionadamente Baraja en la previa del partido de Copa contra el Arosa en diciembre. El Pipo buscaba una punto de inflexión y lo encontró. Yaremchuk marcó su primer gol oficial al día siguiente y a partir de ahí empezó a cambiar su suerte en el Valencia y en su temporada. 

En clave interna nunca se dudó del futbolista. El cuerpo técnico siguió confiando en Roman. Los argumentos para hacerlo: su actitud positiva y las ganas por adaptarse que siempre mostró dentro y fuera del campo (hizo por entender el idioma incluso en los peores momentos), su profesionalidad, dedicación y capacidad de superación a pesar de su poco protagonismo inicial. Los procesos necesitan tiempo y Yaremchuk lo necesitó más que el resto. La adaptación requiere semanas en unos casos y, en otros como el de Roman, meses. Y más con una lesión muscular, una enfermedad y un proceso vírico por medio. Pequeños contratiempos que en opinión del cuerpo técnico jugaron siempre en su contra. 

Una de las claves que según los técnicos explican su mejora es su estado físico (es un jugador que necesita estar al 100% para explotar) y su estado de ánimo. Roman está mejor de piernas y también de cabeza. ‘La Tanqueta’, como le conocen en Paterna, ha visto que las cosas le empezaban a salir y ha ido ganando en confianza a medida que cogía protagonismo en el equipo. Su proceso se ha ido retroalimentando y eso ha posibilitado que aumente su nivel de rendimiento. Son las conclusiones de un Pipo que nunca dejó de creer en él. Los números le dan la razón. En este 2024 ya ha marcado cuatro goles (Real Madrid, Almería, Villarreal y Bosnia) a los que hay que sumar una asistencia. Desde su indisposición en Las Palmas, lleva cuatro titularidades consecutivas en Liga como pareja de Hugo Duro en el clásico 4-4-2 del Pipo. Su récord, de momento. Porque Roman va a más como demostró el jueves ante Bosnia con un gol y una asistencia que le sirvieron para llevarse el MVP y gestar una remontada para la historia. 

Roman se ha convertido en héroe nacional. El martes 26 de marzo tiene una oportunidad de oro para ganarse su billete a la Eurocopa en la final de la repesca contra Islandia. La EURO puede ser su escaparate internacional perfecto después de unos años difíciles a nivel individual. Como lo fue la Eurocopa de 2021. El futbolista, propiedad del Brujas, acabará su contrato de cesión en el Valencia el próximo 30 de junio. Su elevado salario hace inviable, por el momento, su continuidad.