La preocupación atenaza al Valencia CF

Otro partido discreto y normal del Valencia CF. Empezó con buena nota, atacando en bloque alto, con posesión y amplitud, aunque el Alavés lo fue llevando a su terreno. Un resultado justo, pero los blanquinegros tienen que dar mucho más de sí porque, si no, las últimas fechas serán peligrosas.

Los primeros minutos fueron positivos. Me gustó la puesta en escena con un Racic de juego y muy competitivo. Además, el serbio conectó con lucidez con Guedes, que sigue mostrando una confianza extrema.

El Valencia-Alavés fue un partido entre dos equipos a los que les gusta correr los espacios, atacarlos. Por eso, hubo que prestar mucho cuidado a las vigilancias defensivas al volver del ataque. A la media hora, el duelo estaba ya equilibrado, pero no así el ataque por las bandas del Valencia. Yunus Musah, por derecha, debió ser más vertical, dinámico, constante, y esperar menos el balón al pie.

Ya comenzaba a verse que sería un encuentro peligroso. El Valencia creó conflictos al Alavés generando amplitud y desdobles inmediatos por los pasillos laterales, la cuestión es que no lo hace con asiduidad. Por otro lado, fue un riesgo dejar al rival correr y llegar a los últimos minutos con opciones. Y en ese contexto cayó el tanto de Guidetti.

Por suerte, Gayà empató con lo que decíamos, haciendo uso de los pasillos laterales. Desdoble, centro de Guedes, cabezazo de Maxi, desde donde debe estar, y el rechace para Gayà. Esta jugada nos pone sobre la mesa que hay que atacar más por fuera, centrar balones para Maxi y Gameiro. El fútbol muchas veces es más sencillo de lo que lo complicamos, el Valencia tiene muchas armas por fuera gracias a los desdobles, aunque lo ata la preocupación por su propia portería.