Opinión | GP DE SINGAPUR

Checo, el rey de las pistas urbanas

La 'facilidad' con la que los RedBull sacan de la chistera décimas y segundos del crono para aplastar a sus rivales vuelve a evidenciar cuál es el mejor coche

Celebración de 'Checo' Pérez tras su victoria en Singapur

Celebración de 'Checo' Pérez tras su victoria en Singapur / TOM WHITE / EFE

Ya lleva cuatro victorias en el bolsillo: dos esta temporada y las dos en circuitos urbanos. Checo Pérez fue el rey de Singapur, como ya lo fuera en Mónaco. El mejicano supo aprovechar los problemas de Verstappen el sábado en clasificación, mantuvo a raya a los Ferrari y se sitúa a solo dos puntos de ser subcampeón de pilotos.

Una vez más, la pista de Singapur fue una carrera físicamente extenuante y los pilotos necesitaron urgentemente rehidratarse y descansar al salir de sus monoplazas tras cruzar la línea de meta.

Pérez consiguió su victoria en tres actos. El primero comenzó el sábado con la pifia de su equipo al no poner suficiente gasolina a Verstappen, que tuvo que abortar su último intento en clasificación y no pudo optar a la pole. El segundo llegó en la salida, donde Checo le robó la cartera al poleman, Leclerc. Y el tercer y último acto fue una tremenda defensa de su liderato entre muros frente a los ataques de Leclerc y su DRS. La guinda fue ver, cómo después de tener al monegasco pisándole los talones, Pérez estiró su distancia a voluntad. Dirección de carrera, que no tomó la decisión hasta acabada la prueba, lanzó la noticia de una posible sanción al mejicano por infringir la normativa de distancia respecto al coche de seguridad durante uno de los periodos de safety car.

Una vez más, esa lentitud dirección de carrera en la toma de decisiones creó para todos –aficionados, miembros de los equipos y especialmente para los pilotos– un estado de incertidumbre. Pero la impotencia de Leclerc y la magia mecánica que ocultan los RedBull hicieron que Checo no tuviera problemas para cumplir la orden que desde su box le daban para extender la distancia más allá de los 5 segundos y eliminar así el efecto de una eventual sanción.

La 'facilidad' con la que los RedBull sacan de la chistera décimas y segundos del crono para aplastar a sus rivales vuelve a evidenciar cuál es el mejor coche, sea en manos de Max o de Checo. Y ese terrible dominio no hace también más que alimentar los rumores que aseguran que los de la bebida energética rompieron las normas el pasado año y gastaron más allá de lo que el límite presupuestario permitía. Todo ello, indican sus rivales en Mercedes y Ferrari, les ayudó a ganar el título el pasado año y les permitió crear un monoplaza dominador en este 2022 e incluso, según Toto Wolff, les dará un beneficio para 2023. En breve sabremos si la FIA decide sancionarlos. La pena no solo sería económica, como la que puede que sí se lleve Aston Martin. Si se confirma el extremo que sus rivales denuncian, la sanción llevaría asociada pérdida de puntos. Difícil decisión la de la FIA, especialmente sabiendo que, en pocos días, en Japón, en casa de Honda, Max con su RedBull puede firmar ya su segundo título de campeón.