"Gattuso ha agitado al Valencia para llevarlo al extremo de la valentía"

El técnico valenciano Carlos Corberán sigue afianzando su prestigio en el fútbol inglés. Después de acariciar el ascenso a Premier con el Huddersfield Town, ha conducido a un histórico como el West Bromwich Albion a una reacción milagrosa en tiempo récord, lo que le ha valido para ser nominado a mejor entrenador del mes de noviembre

Carlos Corberán

Carlos Corberán / SD

Vicent Chilet

Vicent Chilet

Discípulo directo de Bielsa, Carlos Corberán (Cheste, 1983) valora el impacto que ha tenido Gattuso en el Valencia y relata sus experiencias en un fútbol inglés que conoce a la perfección y en el que se está convirtiendo en una figura de renombre. 

¿Qué tecla se toca para llegar al equipo colista de la Championship y hacerlo reaccionar con tres victorias seguidas y porterías a cero?

Cuando uno entra a mitad de temporada, el análisis previo de la plantilla y diagnosticar a nivel de sistema y a nivel de jugadores lo que necesitan, siempre es importante. Luego hay que preparar los partidos de una liga que yo tenía la suerte de conocer dos temporadas como asistente (de Bielsa) y dos como primer técnico (con el Huddersfield), y saber cómo son rivales a los que ya te has enfrentado, eso te da algo de trabajo. Es el conocimiento de la plantilla y de la liga, luego complementado con el trabajo que haces al llegar, el que te diagnostica dinámicas, alineaciones y sistemas.

Además del conocimiento de la plantilla y del campeonato, uno de tus jugadores, Kyle Bartley, destacó como clave tu aportación del conocimiento táctico.

Yo creo mucho en el conocimiento del juego. En el aspecto emocional y en el táctico. En la parte emocional incidimos mucho para lograr el compromiso de la plantilla. Y para que toda esa implicación tenga sentido en un deporte colectivo hay que organizarlo, lo que pasa por compartir tus conocimientos tácticos con el jugador. Eso le ayudará a comprender por qué debe ejecutar las cosas de un determinado modo. El entorno no es estático y la comprensión del juego aumenta las probabilidades de resolver mejor las situaciones que se dan en un partido.

Se trata de hacer partícipe al futbolista del juego y de hacerle pensar como entrenador.

Creo firmemente en esa parte. El futbolista tiene un conocimiento, quizá no te sepa explicar el porqué de las cosas, pero sí sabe resolverlas porque ha generado conocimiento a partir de jugar. Tratamos de verbalizar aquello que pasa, aquello que debería pasar y cómo evitar las desventajas. Para eso hay que crear un lenguaje común con el jugador porque en los partidos nos vamos a comunicar con ellos de una manera específica. 

¿Te sorprende el impacto positivo también inmediato que ha tenido Gattuso en el Valencia y el valencianismo?

La verdad que no. Los equipos muchas veces son el reflejo de la personalidad de los entrenadores. Gattuso es increíblemente pasional, temperamental, que no va a permitir la relajación de un grupo, ni va a mirar excusas. Gattuso agita los grupos para llevarlos al extremo del compromiso, la valentía y la entrega. Eso se ve y ha sido capaz de plasmarlo. Los entrenadores que no aceptan la derrota como parte del juego, aunque exista, buscan que el jugador no se sienta cómodo en ella, buscan la reacción y la motivación para evitarla por encima de todo. Se ve en la personalidad con la que juega.

¿Se parece este reto con el WBA al del Huddersfield Town? ¿Por la recuperación clasificatoria, por ser una ciudad no muy grande pero con una comunidad local muy apegada a su club?

A nivel de masa social es una entidad muy grande, deseosa de un cambio de dinámica. Es un club que ha estado muchos años en Premier League y que es uno de los más grandes de la Championship. Eso aumenta la responsabilidad de nuestro trabajo.

El WBA llegó a ser fuerte en Europa eliminó al VCF en la Copa de la UEFA de la 78/79 ¿Se nota ese poso histórico heredado?

Uno percibe la magnitud del sitio en el que está, de la historia que arrastra. Se va heredando en el aficionado, en una exigencia que para mí es positiva y apasionante. Te hace pelear por devolver al club en el sitio en el que ha estado.

¿Se te han marcado plazos u objetivos desde el club?

En el club querían como meta urgente un cambio de dinámica, dotar de estabilidad a un proyecto con mucho cambio de entrenador en los últimos años. Andaban en la búsqueda de desarrollar un proyecto, un estilo de juego único que identifique al West Bromwich y que le permita ser más competitivo a corto plazo. Y sin perder de vista la ambición, aunque haber cogido al equipo colista hace que la urgencia del presente se coma la expectativa en el futuro.

¿En un fútbol muy globalizado, la Championship conserva el viejo juego directo inglés, o hasta qué punto se han notado las influencias de entrenadores como Bielsa, de quien fuiste segundo?

Al final es un país en el que están muchos de los mejores entrenadores del mundo. El impacto no va solo a la Premier, sino a otras categorías. Sobre todo en formación y en las academias, que respetan mucho la filosofía de juego de los primeros equipos. Los jóvenes jugadores ingleses trabajan con las mismas ideas que grandes entrenadores a nivel mundial. Todo el país se impregna. La Championship y la League 1 (tercera división) mezclan la modernidad con ese estilo propio de la tradición. El legado de los grandes entrenadores que dirigen a grandes potencias, con la historia del fútbol abierto, de mucha ida y vuelta, con el aspecto emocional de ser muy impredecible en el marcador y no rendirse. Hace poco, en un Charlton-Ipswich acabó 4-4, con cuatro goles después del minuto 90. Es un fútbol en el que se especula menos, se castiga la pérdida de tiempo y al jugador que simula. Se premia al equipo que busca la victoria.

¿El proyecto de un entrenador en Inglaterra sigue estando más protegido que en culturas más cortoplacistas, o le alcanza cada vez más la urgencia?

Este año la Championship ha sido una de las ligas donde más entrenadores se han despedido, y donde más cambios ha habido incluso con antelación al parón del Mundial, que podría servir de segunda pretemporada idónea para un nuevo entrenador. La inmediatez del fútbol se expande también aquí, donde muchos dueños de clubes ya no son ingleses. La diferencia es que, en la duración de los contratos, sí que hay sabor a proyecto. Nunca se firma por media o una sola temporada.

El contraste está en campeonatos como el griego. Fichaste por el Olympiakos y después de 4 victorias, 4 empates y 3 derrotas fuiste cesado del cargo.

Es un club que para un entrenador joven cuesta decir que no, aún siendo consciente del riesgo, la ilusión de la previa de Liga Europa, de poder jugar un torneo continental de máximo nivel, me acercaron a tomar esa decisión. Hay clubes en los que hay tiempo para desarrollar una idea de juego que logre resultados y otros en el que los resultados son los que te dan el tiempo para trabajar una idea de juego. Fui a un club en el que solo tuve una semana limpia, de un total de seis, para poder trabajar. A los tres días llegó la fase previa de la Liga Europa, la fase de grupos por el Mundial se adelantó y se jugó de forma consecutiva con el inicio de la Liga. Me vi trabajando con 36 jugadores. Las derrotas en Europa marcaron la dinámica del equipo en la liga, con más empates de los esperados. Y fue una lástima, pero el trabajo acabó antes de lo que uno espera.

Has entrenado en países como Arabia Saudí ¿Te ha sorprendido el nivel parejo y el problema que han tenido grandes selecciones para sacar adelante sus partidos?

Ha sido un Mundial con sorpresas y con situaciones en la fase de grupos donde grandes combinados se han quedado fuera. Hay países que han crecido mucho, que ha trabajado identidades de juego, que mezclan la creatividad individual con disciplina, que conforman equipos muy competitivos con futbolistas que han salido de sus países. Esa experiencia se ve reflejada en una mayor igualdad, en la que cualquier detalle o error penaliza.