Opinión

La receta del desastre para Carlos Sainz

El español pierde la oportunidad de brillar en un Gran Premio en que el Ferrari demostró ser el mejor coche

El piloto asturiano Fernando Alonso.

El piloto asturiano Fernando Alonso. / EP

Sainz llegaba a Australia con la presión de saber que Leclerc lideraba con soltura el mundial pero con la esperanza de poder limar esas mínimas décimas que te encumbran como líder o te amargan un buen resultado. A punto estuvo de bordar un tiempazo en su primer intento de la Q3, pero apareció el primer ingrediente de la receta para el desastre: la mala suerte. A menos de un centenar de metros para firmar esa excelente vuelta, la bandera roja por el accidente de Alonso invalidó el tiempo de Sainz.

El madrileño tenía la lección bien aprendida: para sacar el máximo partido a las ruedas en la calificación y disponer de la mejor posición en parrilla era necesario hacer dos vueltas de calentamiento. Pero en su último intento para aspirar a la pole llegó el segundo de los ingredientes para el desastre: un fallo en el arranque le impidió salir de boxes a tiempo y solo pudo hacer una vuelta de preparación de neumáticos. Así, claro, el tiempo no salió. Charles firmaba la pole y el madrileño no pasaba de la novena plaza.

El domingo en la salida, otra ración de fallo mecánico: un cambio de volante a última hora motivó que entrara el sistema de anti calado durante el arranque y el Ferrari perdía cinco posiciones en una sola vuelta. El desespero de Sainz hizo entonces que apareciera el tercero y definitivo de los ingredientes en su receta para el desastre: el fallo humano. En un intento para pasar al Haas de Schumacher, se salió de pista. Y Albert Park es de esos circuitos con trampas de arena y en una de ellas quedó Carlos.

El resultado escuece doblemente después de ver cómo Leclerc con el otro Ferrari ganó, hizo vuelta rápida y le importaron poco el resto de los coches, ya que se escapaba a discreción siempre que le hacía falta. El campeonato es largo, pero Charles no solo es líder, sino que el segundo abandono de Verstappen le hace ser la primera opción de Maranello en su intento de volver a lograr el título de pilotos que no consigue desde hace 15 años. Y son precisamente 15 los días que quedan hasta la próxima cita, en Imola, a pocos kilómetros de la fábrica. Esperemos que llegue –aunque con algo de retraso– el domingo de resurrección para Carlos Sainz.