Con la Gabarra en los talones

El Athletic, en plena pujanza deportiva tras la Copa, pero también social y económica con el Nuevo San Mamés, está a solo 24 puntos de desbancar al Valencia de la cuarta plaza histórica de la Liga

Muniain, tras recoger la Copa de campeón en La Cartuja

Muniain, tras recoger la Copa de campeón en La Cartuja

Vicent Chilet

Vicent Chilet

El Athletic Club volverá a sacar a pasear la mítica Gabarra, después de conquistar la Copa del Rey ante el Mallorca. Una imagen de un poder simbólico muy potente, tradicional de cada época hegemónica del equipo rojiblanco y que hacía 40 años que no se reproducía. Ante la pujanza de San Mamés, el Valencia se aferra a otro poder, más evocador, recordado en el partido de leyendas del triplete el pasado viernes.

En la histórica rivalidad entre ambos conjuntos, muy igualada durante décadas también uniendo al Atlético de Madrid, los athleticzales recortan cada vez más terreno al Valencia en la clasificación histórica de la Liga. El Athletic Club está a 24 puntos de arrebatar a los valencianistas la cuarta plaza del ranking. El Valencia acumula 3747 puntos, por 3723 de los bilbaínos. En un puño. El Atlético de Madrid, que hace una década era quinto en esa clasificación, hoy es tercero con una holgada diferencia (3956 puntos en total).

El duelo, el clásico, está en el Valencia-Athletic. La clasificación está apretada, pero la tendencia de los dos clubes en su presente es muy distinta. El Valencia compite con dignidad con un bloque armado de chavales de la cantera, pero en un contexto societario adverso, de cada vez mayor alejamiento y desinterés de su máximo accionista. En Bilbao, en cambio, los leones rugen.

El título de Copa del Rey es la rúbrica a un renacimiento poderoso del club. No solo es el aspecto deportivo, muy positivo y asentado y coincidiendo con una gran generación de futbolistas, comandada por los hermanos Williams. Es el avance inversor, desde los márgenes de una filosofía singular en todo el mundo, con fichajes como el de Álvaro Djaló, delantero del Braga, por 15 millones de euros, o el interés por volver a reclutar a Aymeric Laporte.

La racha deportiva se asienta, además, sobre una base social especialmente estable. Además de la nítida identificación entre el club y su masa social, el nuevo estadio de San Mamés genera no sólo cultura de club, sino también una importante inyección financiera, adaptado a todos los cánones comerciales modernos. Del otro lado, en la Avenida de Suecia, el retroceso deportivo y el bloqueo de ingresos desde 2019 se suma también a la parálisis del proyecto del nuevo estadio.

Dos paisajes muy distintos, ante los cuales el valencianismo se rebela, llenando Mestalla y plantando cara deportivamente. Sólo hay que recordar que en esta temporada el Valencia ha plantado cara al Athletic y le tiene ganado hasta el goal-average. Pero la musculatura de los dos proyectos es radicalmente distinta.

La evolución de la clasificación histórica de la Liga en la última década también es sintomática. Acabada la temporada 2012/13, la última sin intervención directa o indirecta de Peter Lim, el Valencia el tercer clasificado de este ranking. Atesoraba 3170 puntos, por 3118 del Athletic Club y 3108 del Atlético de Madrid. El Valencia había sacado tajada máxima de su edad de oro, desde 1999 a 2004, en la que dio el sorpasso histórico pasando del quinto al tercer puesto.

Aquellos años de finales y títulos convivieron con el decaimiento del Atlético, que llegó a bajar a Segunda. Pero en 2013 la inercia blanquinegra ya daba signos de fatiga. Las consecuencias de la paralización del nuevo Mestalla, las grandes ventas de Villa, Silva y Mata y la sombra del proceso de venta se cruzaron con el relanzamiento del Atlético a los mandos de Diego Pablo Simeone. Finalizado el curso 2014-15, el Valencia aún era tercero, con 3296 puntos por 3276 del Atlético, pero en la siguiente campaña se confirmaría el vuelco. Y tras el Atlético, ahora avisa el Athletic.